Pakistán. Tras los recientes atentados suicidas registrados en el país, a principios del mes de octubre, el Gobierno pakistaní ordenó la salida de todos los inmigrantes de origen afgano que están como ilegales, y dio de plazo hasta el 1 de noviembre para que abandonen voluntariamente el país o enfrenten la expulsión forzosa.
Por lo anterior las autoridades exigieron que los más de 1.7 millones de afganos ilegales salgan del país de manera voluntaria de lo contrario se aplicará un operativo en la provincia de Khyber-Pakhtunkhwa, donde viven la mayoría de migrantes afganos, para arrestar a familias indocumentadas.
Medios de comunicación estatales informaron que 49 centros de retención debían abrir el miércoles para procesar y deportar a ciudadanos afganos.
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Una adolescente afgana, de 14 años de edad, declaró de manera anónima por motivos de seguridad, que se quedará en Pakistán el máximo tiempo posible pese a no tener papeles.
“No vamos a volver a casa, porque mi educación en Afganistán se detendría por completo. Nuestro padre nos dijo que aunque las autoridades pakistaníes lo detengan no debemos partir”, declaró.
Pakistán indicó que las deportaciones son para proteger el “bienestar y seguridad” de los ciudadanos tras un fuerte aumento de los atentados, que el gobierno achaca a combatientes que operan desde Afganistán.
