Estados Unidos.- Donald Trump y Kamala Harris, candidatos a la presidencia de Estados Unidos, se han dado cita este martes 10 de septiembre en el Centro Nacional de la Constitución de Filadelfia, en Pensilvania, donde han llevado a cabo su primer debate y han contrastado sus ideas con la esperanza de conquistar más votos para la próxima jornada electoral.
El debate, que se ha realizado sin audiencia y ha tenido una duración de 90 minutos, ha sido organizado por la cadena ACB News y moderado por los presentadores David Muir y Linsey Davis.
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Tan pronto como indicó el debate presidencial, el republicano y la demócrata expusieron sus posturas respecto a la economía y el costo de vida, tema sobre el cual Kamala Harris dejó en clara su intención de apoyar a familias y pequeñas empresas. Mientras que Donald Trump destaca que su objetivo este será imponer aranceles a las importaciones de países extranjeros y responsabilizó a la pérdida de trabajos en el país a los migrantes que se ocupan de distintos oficios en esta nación.
Posteriormente la actual vicepresidenta arremetió contra Donald Trump por su presunta implicación en el Proyecto 2025, un plan de 922 páginas con propuestas políticas controvertidas que busca guiar a la próxima administración conservadora. Sin embargo, el exmandatario negó dichos señalamientos y acusó a Kamala Harris de haber “copiado el plan económico de Joe Biden.
En la ronda de preguntas relacionadas con el tema del aborto, Trump aseguró que el gobernador Tim Walz – compañero de fórmula de Kamala Harris – respalda la interrupción del embarazo durante los nueve meses de gestación e incluso la mutilación de bebés recién nacidos.
La líder demócrata criticó las posiciones de su oponente en torno a los derechos reproductivos y subrayó el impacto negativo que, según ella, tienen sus políticas en las mujeres del país, pues expresó: “No es necesario abandonar la propia fe o creencias profundamente arraigadas para aceptar que el gobierno, y Donald Trump ciertamente, no deberían decirle a una mujer qué hacer con su cuerpo”.
Luego, en lo referente a los temas de migración y seguridad fronteriza, el magnate evocó rumores ya desmentidos que acusaban a los migrantes de “comer mascotas” en Springfield. Adicional a esto, aseguró que, de no detener las políticas del gobierno de Joe Biden, Estados Unidos podría llegar a convertirse en Venezuela “con esteroides”.
Respecto a su plan de deportación masiva de migrantes, el expresidente aseguró que es necesario ya que, según él, los índices de criminalidad han seguido aumentando en el país por la llegada de “delincuentes” provenientes de otros países.
Más adelante en el debate el moderador cuestionó a Donald Trump si se arrepiente del asalto al Capitolio ocurrido el 6 de enero de 2021, a lo que este respondió que “él no hizo nada y apoyó a los pacíficos”, algo que fue reprobado por su oponente, quien lo acusó de incitar a la multitud a irrumpir en la sede gubernamental, recordando incluso el juicio que este enfrenta por dicho tema.
Sobre el conflicto internacional, más específicamente sobre la guerra Rusia – Ucrania e Israel – Hamás, Donald Trump criticó la gestión de Joe Biden, insinuando que no está en control de la situación y asegurando que, en caso de ganar las elecciones presidenciales de noviembre, terminará la guerra en Ucrania para detener la pérdida de vidas, empezando por solicitar más dinero a países europeos. No obstante, la vicepresidenta aseguró que esto sería porque el republicano cedería a las presiones del mandatario ruso y cercano suyo, Vladimir Putin.
El moderador David Muir cuestionó al magnate sobre los comentarios de que su rival, Kamala Harris, cambió su identidad racial para “volverse negra”, algo que el político minimizó diciendo: “No importa lo que es, me da igual. No me importa ni un pepino, lo que ella quiera hacer es su problema. Están exagerando. Yo leí que ella no era negra, luego leí que era negra y está bien. Lo uno o lo otro me da igual. Es su problema”.
La candidata demócrata condenó los comentarios racistas y divisorios del partido republicano, agregando que en su campaña cada persona un amigo y que Estados Unidos no merece un presidente que busque que los ciudadanos se apunten con el dedo, puesto que, sin importar el color, todos tienen los mismos sueños.
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En su mensaje final, Kamala Harris, prometió una nueva visión para la política estadunidense dirigida a las pequeñas familias y los jóvenes en el país:
Voy a crear una economía de oportunidad, voy a invertir en negocios pequeños, familias jóvenes proteger a los mayores lo que podemos hacer para ofrecer a las familias trabajadoras ayudas para superar el costo de vida.
El expresidente Donald Trump, por su parte, terminó el discurso cuestionando el por qué Harris no ha implementados sus propuestas en la administración actual:
Ella dice ‘voy a hacer esto y lo otro, esas cosas maravillosas’. ¿Por qué no las ha hecho, ha tenido tres años y medio para generar empleo, para arreglar el problema de la frontera y todo lo que hemos hablado? ¿Por qué no lo ha hecho?
Previamente Donald Trump ya participó de un debate con Joe Biden, quien se vio obligado a abandonar la contienda debido a las numerosas críticas por su desempeño en dicho evento. Sin embargo, en el caso de Kamala Harris, este ha sido su primer debate, el cual le ha dado la oportunidad de presentarse a nivel nacional e internacional como candidata del partido demócrata.