México. Organismos humanitarios denunciaron este viernes que el Gobierno de Texas transformó el cerco de navajas y púas en el río Bravo en una barricada que mide casi tres metros de altura pese al fallo de la Suprema Corte que lo obligaba a quitarla.
Además señalaron que el gobernador texano, Greg Abbott, reforzó el cerco de alambre de navajas, que antes medía metro y medio, con una malla ciclónica que hace imposible el cruce a lo largo de tres kilómetros en la zona más frecuentada por los migrantes entre Ciudad Juárez, en México, y El Paso, en Estados Unidos.
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Migrantes y activistas, calificaron la medida de inhumana, pues aumenta el riesgo de que los migrantes se lastimen o mueran al cruzar la frontera.
Asociaciones mexicanas denunciaron que el gobernador de Texas incumplió la orden de la Suprema Corte de Estados Unidos, que en enero autorizó que la Patrulla Fronteriza retire la alambrada que el mandatario republicano instaló.
“Las medidas tomadas por el gobernador Abbott ponen en riesgo la vida de los migrantes que ya recorrieron un camino difícil en México y han tenido que enfrentar peligros y todavía, al llegar al río a la frontera, encuentran una dificultad mayor”, indicó Juan Carlos López Morales, vocero de la Diócesis de Ciudad Juárez.