Estados Unidos.- Este martes 29 de abril, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un nuevo decreto con el que busca mitigar los efectos económicos negativos de los aranceles acumulativos sobre la industria automotriz, una medida que responde a las presiones de fabricantes de autos, proveedores de autopartes y concesionarios a nivel global.
Según explicó un funcionario del Departamento de Comercio, la nueva disposición establece que la tarifa del 25 % impuesta a los vehículos importados no se sumará al arancel del mismo porcentaje que se aplica al acero y al aluminio. El objetivo es evitar una carga tributaria excesiva sobre un mismo producto y proteger la competitividad de los fabricantes.
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La orden ejecutiva subraya que la aplicación de aranceles “no debe ser acumulativa”, ya que el “efecto conjunto de estas tarifas podría sobrepasar el fin político original para el que fueron diseñadas”.
Por ahora, las piezas provenientes de Canadá y México seguirán exentas de estos aranceles, siempre que estén dentro de los lineamientos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), confirmó el mandatario republicano.
Mientras tanto, el secretario del Tesoro, Scott Peasant, respaldó la medida asegurando que las políticas financieras impulsadas por Trump buscan fortalecer la manufactura local:
El presidente Trump ha tenido reuniones con productores de automóviles, tanto nacionales como extranjeros, y está comprometido a traer de vuelta la producción de automóviles a Estados Unidos (…) Así que queremos dar a los fabricantes de automóviles un camino para hacerlo de manera rápida, eficiente y crear tantos empleos como sea posible.
Además, el decreto contempla “incentivos” adicionales para los vehículos ensamblados en Estados Unidos. Y es que, si las partes importadas de un automóvil representan el 15% del valor total de un coche montado en Estados Unidos y el arancel sobre esas piezas es del 25 %, el Gobierno aplicará un crédito equivalente el 3,75 % del valor total del vehículo para los ensamblados en el país entre el 3 de abril de 2025 al 30 de abril de 2026.
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Luego, para los autos producidos entre el 1 de mayo de 2026 y el 30 de abril de 2027, la compensación equivaldrá al 2.5 %. Estos alivios estarán disponibles tanto para compañías estadounidenses como extranjeras que realicen el ensamblaje final dentro del territorio estadounidense.
Con esta medida, la administración Trump apunta a reforzar la inversión industrial nacional sin descuidar la competitividad internacional del sector automotor.