Washington.- El presidente Donald Trump acusó este martes al fiscal que investiga la injerencia rusa en las elecciones, Robert Mueller, de “arruinar vidas”.
Trump tuiteó que la prensa “presenta a Bob Mueller como un Santo”, pero cuando finalice la investigación quedará claro que trató a varias personas de manera “horrible” y “perversa” y arruinó sus vidas porque se negaron a mentir.
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The Phony Witch Hunt continues, but Mueller and his gang of Angry Dems are only looking at one side, not the other. Wait until it comes out how horribly & viciously they are treating people, ruining lives for them refusing to lie. Mueller is a conflicted prosecutor gone rogue….
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 27 de noviembre de 2018
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Aparentemente se refería al comentarista político de derecha Jerome Corsi, quien dijo que se negó a aceptar una declaración de culpa porque le hubiera obligado a confesar falsamente que mintió a los investigadores.
En la víspera, Mueller acusó al exdirector de la campaña de Trump, Paul Manafort, de mentirles a los investigadores federales en la pesquisa sobre Rusia, lo que violaría su acuerdo con la fiscalía y lo pone en riesgo de pasar más tiempo en la cárcel con nuevos cargos penales.
El colapso del acuerdo alcanzado por Manafort, revelado el lunes en un documento judicial, también implica que el equipo de Mueller perderá a un testigo cooperante que pertenecía al grupo que manejaba la campaña de Trump y que estuvo presente en varios episodios cruciales que están siendo investigados.
Entre ellos se incluye una reunión en la Torre Trump en la que participaron Donald Trump Jr. y una abogada rusa que le había dicho que tenía información perjudicial sobre la demócrata Hillary Clinton.
Con la medida resurge la relación cáustica que Manafort ha tenido con la oficina del fiscal especial desde que fue encausado el año pasado. Antes de su acuerdo con la fiscalía, Manafort impugnó agresivamente en la corte la legitimidad de Mueller, se sometió a un juicio y fue a dar a la cárcel después de que los fiscales descubrieron que había intentado interferir con los testigos del caso.
En el nuevo legajo, el equipo de Mueller argumentó que Manafort “cometió delitos federales” al mentir acerca “de varias cuestiones”, incluso después de que accedió a cooperar sinceramente con la investigación. Los fiscales comentaron que presentarán detalles sobre la “naturaleza de los delitos y mentiras del demandado” en un escrito a ser entregado a la juez en fecha posterior.
A través de sus abogados, Manafort niega haber mentido, y dicen que en ese mismo legajo que él cree que “proporcionó información veraz” durante las reuniones con los investigadores de Mueller. Tampoco acepta que violó su trato con la fiscalía.
Ambas partes coinciden ahora en que no pueden solucionar el desacuerdo. La jueza federal de distrito Amy Berman Jackson deberá establecer una fecha para sentenciarlo.
Manafort, que sigue en prisión, había estado reuniéndose con los investigadores de la oficina del fiscal especial desde que se declaró culpable en septiembre de asociación delictuosa contra Estados Unidos y asociación delictuosa para obstruir la justicia.
Llegó a ese acuerdo para evitar tener que ser enjuiciado de nuevo tras ser declarado culpable a mediados de año de ocho cargos graves relacionados con millones de dólares que le ocultó al Servicio Interno de Impuestos en cuentas bancarias en el extranjero.
Mueller está investigando las acusaciones de que Moscú influyó en la campaña electoral de Estados Unidos para favorecer la derrota de Clinton.