Washington.- El ataque al consulado estadounidense en Bengasi (Libia) no fue planeado o coordinado y fue producto de la protesta espontánea contra la película antiislámica “La Inocencia de los musulmanes”, según la embajadora de EU para las Naciones Unidas (ONU), Susan Rice.
Rice explicó hoy en una entrevista para la cadena ABC News
que de acuerdo con la información que ha recopilado Estados Unidos,
todo comenzó de manera espontánea a causa de los disturbios entre los
extremistas, que contaban con armas pesadas.
“Lo que comenzó esto fue espontáneo, una respuesta no premeditada como lo que sucedió en El Cairo”, subrayó la embajadora.
Sin embargo, el presidente libio, Mohamed el Magariaf, indicó hoy en una
entrevista para la cadena CBS que las evidencias encontradas por las
autoridades libias hasta el momento “no dejan ninguna duda” de que el
ataque fue planeado de antemano.
“Fue planeado, sin duda, fue planeado por extranjeros, por personas que
ingresaron en el país hace unos meses y que estaban planeando este acto
criminal desde su llegada”, insistió.
Además, el presidente libio especificó que los presuntos autores del
ataque están vinculados de alguna manera a la red terrorista Al Qaeda,
bien como afiliados o simpatizantes, aunque admitió que las autoridades
libias aún desconocen las “verdaderas intenciones de los delincuentes”.
Los ataques en la oficina consular de Bengasi se produjeron el martes
pasado, en paralelo con las manifestaciones de protesta en Libia y
Egipto contra un vídeo en el que se critica el Islam y se caricaturiza
la figura del profeta Mahoma, además de coincidir con el aniversario de
los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
Conjuntamente con el embajador Chris Stevens, el ataque en Bengasi costó
la vida al funcionario Sean Smith y los exmilitares Tyrone Woods y Glen
Doherty y supuso el comienzo de una serie de protestas violentas que se
han extendido a varios países árabes.
El Gobierno de Barack Obama mandó un pelotón de unos 50 infantes de
Marina a Yemen para reforzar la protección de sus diplomáticos y envió a
las costas de Libia dos buques de guerra y a unos 50 marines, que están
ya en el país árabe para reforzar la seguridad de las embajadas.
Por su parte, los agentes de la Oficina Federal de Investigaciones de EU
(FBI) encargados de analizar el consulado estadounidense en Bengasi,
retrasaron su viaje a Libia ante la inseguridad que aún hay en la
región.
CHG