Calama, Chile.- Una veterinaria chilena admitió públicamente el martes que vacunó a cuatro personas y a ella misma contra el coronavirus con un inmunizante para perros, aunque las autoridades estiman que los inoculados superarían los 70. Un segundo veterinario dijo a las autoridades que sólo se vacunó a sí mismo.
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El caso fue divulgado por el periódico El Mercurio de Antofagasta, mil 300 kilómetros al norte de Santiago, y sucedió en la vecina ciudad de Calama durante el segundo semestre de 2020, cuando Chile aún no había recibido las vacunas contra el coronavirus, que empezaron a llegar en diciembre.
Roxana Díaz, subsecretaria de Salud de Antofagasta, dijo a la prensa que supo del hecho luego de que personal de la clínica veterinaria propiedad de María Fernanda Muñoz denunció que no respetaba las normas sanitarias.
“Llegamos al local y al ver al personal sin mascarilla le consultamos y ellos dicen que fueron vacunados por la veterinaria (Muñoz) contra el COVID-19, cuando todavía no teníamos la vacuna. Estoy hablando del año pasado”, dijo Díaz al canal estatal 24 Horas.
Muñoz dijo al mismo canal “sí, me vacuné” y admitió que también inmunizó a su secretaria, al esposo y a los dos hijos del matrimonio.
“Si es tan mala la vacuna a mí no me hizo nada. ¿Por qué no viene el Seremi de Salud (la autoridad regional) y prueba si mi sangre tiene anticuerpos?”, preguntó desafiante la mujer, quien aseguró que “no proporcioné vacunas” a otras personas.
La secretaria de la veterinaria, que no se identificó, dijo que ni ella ni su familia “tuvimos ningún problema y eso que yo sufro de diabetes. Mi esposo en la empresa que trabaja, que había demasiado contacto, estuvo con esas personas y él no se contagió por la vacuna que le puso la doctora”.
Un testigo declaró en la investigación que la veterinaria “dijo que vacunó entre 70 a 75 personas y le restaban 90 dosis más. Que (los) pacientes no presentaban síntomas y hasta me la ofreció”.
El segundo caso corresponde al veterinario Carlos Pardo, quien “dice haber hecho un estudio en seres humanos y lo publicó en redes (sociales) para poder vender la vacuna canina e inocularla en humanos”, explicó la subsecretaria Díaz. El sujeto se vacunó a sí mismo y se indaga si también inoculó a otras personas.
Pardo fue multado con poco más de nueve millones de pesos y Muñoz con unos 10 millones de pesos. Ninguno de los dos ha pagado la multa y ambos enfrentan un sumario por infracción a la ley sanitaria.
De momento no existe un listado de quiénes serían los vacunados con el inmunizante llamado óctuple que protege a los perros contra ocho enfermedades.
Con información de AP.