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Italia.- Desde el surgimiento del COVID-19 y el desarrollo de las vacunas que lo contrarrestan, cientos de personas han protestado contra el antídoto e incluso se han resistido a su aplicación, esto por diferentes motivos que van desde simple miedo hasta teorías conspiratorias y demás.
Sin embargo, el más reciente caso ocurrido en Biella, Italia ha dejado sin palabras al mundo entero, pues un hombre trató de recibir su certificado de vacunación haciendo uso de un brazo falso hecho de silicona.
Según los reportes, el hombre de 50 años de edad habría asistido a un centro de vacunación atravesando todos los trámites que anteceden la aplicación del antídoto, pero al momento del pinchazo, la enfermera a cargo logró percatarse del fraude dado el color y apariencia inusual de la extremidad. La mujer del personal médico, Filippa Bua relata:
El color de la piel era anómalo, mucho más claro en comparación con las manos o el rostro del paciente.
Primero sentí lástima por el hombre, pensé que tenía una prótesis y me pregunté si de alguna manera lo había obligado a darme el brazo equivocado, Pero luego admitió que estaba usando el brazo falso a propósito para evitar recibir la vacuna!
Al principio me sorprendió, luego me enojé, me sentí ofendida profesionalmente, él no mostró respeto por nuestra inteligencia y nuestra profesión
Aunque el caso parece ser gracioso, de fondo puede notarse lo delicado del asunto, pues mientras millones de personas luchan por combatir la pandemia por COVID-19, hay quienes actúan de tal manera poniendo en peligro la vida de todos. Además, alerta sobre la posibilidad de que no sea la primera vez que sucede y que otras personas hayan podido implementar la modalidad pasando desapercibidos.
Mientras tanto, el presidente del gobierno regional de Piamonte, Alberto Cirio, manifestó en un comunicado:
El caso podría calificarse de ‘ridículo’, salvo que estamos hablando de un gesto de enorme gravedad, inaceptable por el sacrificio que está pagando toda la comunidad por la pandemia.
Una ofensa para el sistema de salud de la región, que se encuentra entre los primeros en Italia por la capacidad de vacunación y de administrar las dosis de refuerzo.
Ahora, la historia del hombre anti vacunas que asistió con un brazo falso para recibir su certificado de vacunación sin aplicarse la dosis, se empieza a viralizar en redes sociales y comunidades en línea mientras es reprochado.
