Roma.- El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se defendió hoy de las críticas que ha recibido en su país tras su conversación con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y aseguró que es su deber explicar a los líderes internacionales la situación de la justicia en Italia.
Los medios de comunicación italianos recogieron ayer una conversación durante la reunión del G8 en Deauville (Francia), en la que Berlusconi le habría dicho a Obama que la reforma de la justicia es “fundamental”, ya que en Italia “existe en estos momentos una dictadura de los jueces de izquierda”.
Estas palabras desataron fuertes críticas, tanto entre la magistratura como por parte de la oposición italiana.
“Es mi deber explicar la situación que se vive en Italia cada vez que me encuentro en un contexto internacional”, dijo hoy Berlusconi en una rueda de prensa en Deauville, que recogen los medios italianos.
Berlusconi aseguró que habló de este asunto con todos los líderes del G8 y que Obama le mostró “gran cordialidad, respeto, amistad y comprensión”, durante la breve conversación que mantuvieron
El mandatario italiano explicó que sus palabras de ayer a Obama formaban parte de un “razonamiento más amplio”.
“Es más que un deber explicar esta situación a quien no la entiende, sobre todo fuera, porque a veces está tergiversada por una información que, más que narrar los hechos, tiende a deslegitimar las instituciones de nuestro país”, añadió Berlusconi.
El mandatario volvió a arremeter contra la magistratura, uno de sus principales caballos de batalla, y denunció que en Italia existe una situación “intolerable”, que calificó como “patología”.
“No es tolerable la interferencia de algunos magistrados frente a representantes del pueblo elegidos democráticamente”, denunció Berlusconi, quien tiene actualmente pendientes cuatro juicios en el Tribunal de Milán.
El mandatario reiteró que “se están produciendo intentos” para sacarle de la escena política, y lamentó que los magistrados responsables de estos hechos “no han sido reconocidos nunca como culpables ni sancionados como responsables” .
“No dejaré la política hasta que no haya una justicia justa y jueces que juzguen según el mérito y no en base al hecho de que el imputado sea amigo o enemigo”, sentenció Berlusconi.