Rusia.- Bashar al-Assad, el derrocado presidente de Siria, reapareció este lunes 16 de diciembre desde Moscú, Rusia, donde se encuentra asilado desde hace poco más de una semana, cuando abandonó la ciudad de Damasco en medio de una ofensiva relámpago de los rebeldes que puso fin a los 50 años de dominio de su familia.
Mediante una declaración publicada por su oficina de prensa en Telegram, al-Assad aseguró que no se planteó dimitir ni pedir asilo en otro país hasta el momento en que los insurgentes se hicieron con el poder en el país árabe.
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Durante los últimos acontecimientos no me planteé ni una sola vez la posibilidad de renunciar o solicitar asilo en otro país, ni recibí ninguna propuesta al respecto (…) Mi salida de Siria no fue planificada, ni tuvo lugar durante las últimas horas de la batalla, contrariamente a ciertas acusaciones.
El comunicado, fechado en Moscú el día 16 de diciembre, lleva el título “Explicación del presidente Bachar el Asad sobre las circunstancias que le llevaron a marcharse de Siria”. Además, explica cuáles fueron las circunstancias antes de que el ahora expresidente sirio fuera evacuad del territorio:
A medida que las fuerzas terroristas se infiltraban en Damasco, me trasladé a Latakia en coordinación con nuestros aliados rusos para supervisar las operaciones de combate. A medida que la situación sobre el terreno en la zona seguía deteriorándose, la propia base militar rusa se vio sometida a un ataque intensificado por ataques de drones (…) Moscú pidió que el mando de la base organizara una evacuación inmediata a Rusia en la noche del 8 de diciembre.
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Finalmente, en su primera declaración luego del derrocamiento, Bashar Al-Assad negó haber traicionado al ejército y al pueblo de Siria al abandonar el país, agregando que los nuevos líderes en el país son unos “terroristas”:
(…) cuando el Estado cae en manos de los terroristas, cualquier cargo pierde sentido.
