?Manila.- Al menos 21 personas murieron y 60 siguen desaparecidas tras el paso
por el norte y este de Filipinas del tifón “Conson”, que inauguró la
temporada anual de tormentas y provocó hoy importantes destrozos en
Manila y la isla de Luzón. Seis residentes de dos pueblos en la
provincia de Batangas al sur de la capital fallecieron ahogados cuando
sus casas fueron arrasadas por las riadas, informaron fuentes oficiales y
los servicios de emergencia. Otras cuatro murieron aplastadas
por un muro que se derrumbó en Laguna, donde también pereció ahogada
otra persona, mientras en la vecina Cavite perdieron la vida cuatro
ciudadanos al ser golpeados por cascotes y árboles arrancados de raíz.
El resto de víctimas mortales se produjo en las provincias de Camarines
Norte (3), Rizal (2) y Bataan (1), en el tercio sur de Luzón.
Respecto a los desaparecidos, 51 de los 60 proceden de Camarines Norte y
Catanduanes, una isla en el extremo oriental del archipiélago en la que
dos pesqueros decidieron salir a faenar pese a la prohibición expresa
de los guardacostas, y también se busca a seis vecinos de Bataan, cien
kilómetros al oeste de Manila. “Conson” tocó tierra ayer en
Filipinas con vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora y rachas de
hasta 150, pero pierde fuerza y ya se ha convertido en tormenta
tropical. El temporal causó grandes destrozos en la red de
suministro eléctrico de la isla de Luzón, gran parte de la cual sufrió
apagones durante más de doce horas. Aunque la luz ya ha vuelto a
buena parte de la capital y el resto de Luzón, varias áreas de la
ciudad y provincias aledañas seguirán a oscuras hasta dentro de dos o
tres días mientras se reparan los desperfectos, según la Corporación
Nacional de Suministro Eléctrico. Los apagones interrumpieron el
servicio del metro elevado de Manila, que utilizan cada día miles de
personas para ir al trabajo, y otros 3.000 filipinos quedaron varados en
los puertos del sur de la isla cuando la Guardia Costera prohibió
navegar a los barcos. Varias carreteras de los alrededores del
área metropolitana siguen cortadas por postes eléctricos, y árboles
derribados por los vendavales, y amplias zonas están totalmente
anegadas, la mayoría barriadas pobres en las que los precarios sistemas
de drenaje están colapsados por montañas de basura. Casi todos
los colegios suspendieron las clases, decenas de vuelos fueron
cancelados y cuatro rutas internacionales tuvieron que ser desviadas a
Cebú, en el centro del país. El nuevo presidente filipino,
Benigno Aquino, arremetió contra las autoridades meteorológicas por no
haber alertado con suficiente antelación a los ciudadanos de la llegada
del tifón. “Hemos tenido este problema durante demasiado tiempo,
esto no es aceptable”, declaró Aquino sobre la Administración de
Servicios Atmosféricos, Geofísicos y Astronómicos de Filipinas (PAGASA),
la habitual cabeza de turco cuando ocurren estas desgracias. El
presidente pidió a PAGASA que mejore sus pronósticos para que sean más
exactos y se pueda evitar tragedias como las de la tormenta tropical
“Ketsana” y el ciclón “Parma”, que el pasado otoño causaron la muerte de
casi mil personas. La agencia meteorológica se apresuró en
tranquilizar a la población al asegurar que ya ha pasado lo peor y que
“Conson” se dirige al Mar de China Meridional sin previsiones de que
pueda regresar. Cada año, entre 15 y 20 tifones pasan por
Filipinas durante la estación lluviosa, que comienza entre mayo y junio y
finaliza en octubre y noviembre.
Aumentan a 21 los muertos por tifón Conson en Filipinas
"Conson" tocó tierra en Filipinas con vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora y rachas de hasta 150, pero pierde fuerza
Fuente: Internet