Perú.- Alberto Fujimori, expresidente de Perú, falleció la tarde de este miércoles 11 de septiembre mientras se encontraba en la casa de su hija Keiko, en el distrito de San Borja, Lima, donde estuvo habitando durante los últimos meses después de recuperar su libertad en diciembre pasado.
La muerte del político de 86 años ha sido anunciada apenas unas horas después de que su médico de cabecera, Alejandro Aguinaga, reportara que el exmandatario se encontraba “luchando por su vida”, aunque sin entrar en detalles sobre su condición de salud.
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No obstante, la hija del exmandatario, Keiko Fujimori, ha confirmado que el deceso ha sido producto de una larga batalla contra el cáncer, pues través de su cuenta de X escribió:
Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori acaba de partir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma. Gracias por tanto papá! Keiko, Hiro, Sachie y Kenji Fujimori.
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El pasado mes de julio Alberto Fujimori había sido operado con éxito de la cadera, una semana después de ser ingresado en cuidados intensivos tras sufrir una caída en su domicilio de Lima. Además, dos meses antes sus médicos le habían detectado un nuevo tumor maligno en la lengua, razón por la cual anunció que empezaría un tratamiento de quimioterapia.
Fujimori, quien dirigió Perú entre 1990 y 2000, fue una figura controvertida, pues aunque en su mandato sacó al país del borde del colapso económico, también estuvo plagado de denuncias de violaciones a los derechos humanos y corrupción, lo que lo llevó a ser condenado tiempo después a 25 años de prisión.
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Sin embargo, en diciembre de 2023, luego de cumplir con 16 años de dicha sentencia por crímenes de lesa humanidad, el máximo tribunal del país ordenó liberación “inmediata” de Alberto Fujimori, por lo que fue excarcelado el 7 de diciembre del mismo año bajo el amparo de un indulto concedido por razones humanitarias.
Pese a esto y a sus múltiples complicaciones de salud, Fujimori no descartaba la posibilidad de reintegrarse a la vida política, pues bajo el cuidado y el apoyo de su hija Keiko, había anunciado sus intenciones de postularse a la jefatura de Estado en las elecciones programadas para 2026.
