Londres.- Amnistía Internacional (AI) pidió al presidente de Egipto, Mohamed Mursi, frenar los abusos que la Policía y el Ejército de su país siguen llevando acabo contra la población y garantizar que nadie esté por encima de la ley.
En un reporte, la organización internacional consideró que Egipto no se
consolidará como un Estado de Derecho si no pone fin a la impunidad del
Ejército y la Policía que sigue vigente en el país pese a la caída del
régimen de Hosni Mubarak y de la Junta Militar sucesora.
Bajo el título “Brutalidad impune e incontrolada: el ejército egipcio
mata y tortura a manifestantes con impunidad”, AI denuncia violaciones a
los derechos humanos y una constante brutalidad de las fuerza armadas y
la Policía contra manifestantes.
La organización no gubernamental (ONG) puso de manifiesto las
violaciones sistemáticas en tres manifestaciones clave en Egipto y
documenta la brutal represión desencadenada por el ejército durante los
16 meses del régimen del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas.
“Bajo el régimen militar se cometieron innumerables abusos contra los
derechos humanos, como disparar contra los manifestantes con fuego
real”, destacó el reporte de AI, difundido a través de su página en
Internet.
En su informe, el organismo documenta algunos casos de homicidios, el
uso excesivo de la fuerza, la tortura y malos tratos contra
manifestantes, tanto por parte del ejército como de la policía, durante
el régimen de la junta militar.
Asimismo, describe en detalle casos en los que el ejército actuó por
encima de la ley o cómo los tribunales militares no proporcionaron
resarcimiento alguno a las víctimas.
AI se centra en los abusos cometidos en las protestas de Maspero de
octubre de 2011, que dejaron 27 muertos, la mayoría coptos, las de
diciembre frente a las oficinas del gabinete, en las que perecieron 17
personas, y el plantón de mayo pasado en Abbaseya, que dejó 12
fallecidos.
La organización con sede en esta capital consideró que el presidente
Mursi tiene una oportunidad histórica de abordar el “sangriento legado”
de la policía y el ejército y garantizar que nadie está por encima de la
ley en Egipto.
La directora adjunta del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte
de África de AI, Hassiba Hadj Sahraoui, destacó en el reporte que salvo
que los militares responsables de matar, mutilar y abusar de los
manifestantes sean juzgados, no hay esperanza de obtener justicia.
“Ni de que los soldados teman ser castigados si vuelven a cometer estos delitos” , afirmó Hadj Sahraoui.
El informe también examina la brutal respuesta de la policía a las
protestas, así como la arraigada práctica de torturar a los detenidos y
el desprecio al estado de derecho que caracteriza la conducta de la
policía.
“Esta práctica endémica de abusos policiales ha continuado desde el
levantamiento (popular). La policía necesita una reforma radical para
erradicar conductas de abuso que están muy arraigadas” , destacó la
organización humanitaria.
Sólo la rendición de cuentas por anteriores abusos y una reforma
significativa podrán garantizar que las fuerzas de seguridad no actúen
por encima de ley, concluyó el documento de AI.CHG