ROMA.- En algunas entrevistas concedidas en los últimos meses, el Papa Francisco ha hablado de la posibilidad de renunciar, tal como lo hizo en 2013 su predecesor, Benedicto XVI, quien murió el pasado 31 de diciembre.
Francisco ya había dicho que renunciará al papado en caso de que problemas de salud le impiden hacer su trabajo.
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“Es verdad que escribí mi dimisión dos meses después de mi elección (en marzo del 2013)… Lo hice por si tengo algún problema de salud que me impida ejercer mi ministerio”, contó Francisco, aunque aclaró sucesivamente que aún no había pensado en renunciar a su cargo.
En julio del año pasado, Su Santidad dio a conocer que ya no podía viajar con el mismo ritmo de antes y aseguró que podría “hacerse a un lado”, debido a sus complicaciones de salud que ya lo aquejaban.
Hace un mes volvió a hablar del tema para aclarar que la renuncia de un papa “no debería convertirse en una moda” y recalcó que esa idea “no estaba en su agenda por el momento”.
El representante de la Iglesia Católica en el mundo, es atendido constantemente por un equipo de médicos y enfermeros, ya sea en el Vaticano o durante sus viajes al exterior.
Una medida más que necesaria debido a su edad y a su historia clínica, ya que a los 20 años estuvo a punto de morir por una pleuresía y sufrió una extirpación parcial de uno de sus pulmones.
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La carta de renuncia, en caso de existir, podría desencadenar un proceso de transición sin precedentes en la Iglesia Católica moderna. Sería la segunda vez en menos de una década que un Papa renuncia voluntariamente, lo cual podría marcar un cambio en la forma en que se manejan las situaciones de salud de los líderes de la Iglesia.
¿Cuándo comenzó a encontrarse mal el Papa Francisco?
De acuerdo con los medios italianos, el Sumo Pontífice empezó a sentir algunos dolores al respirar al regresar a su residencia de Santa Marta tras la audiencia general del pasado miércoles, cuando se le vio cansado, moviéndose con dificultad y aparentando sufrir fuertes dolores.
Entonces sería cuando se le recomendó que fuera trasladado al hospital, en ambulancia, para realizarse algunas pruebas. La agencia italiana Ansa apunta que los primeros exámenes descartarían una situación preocupante.
