México.— La terrible tragedia que ocurrió el pasado 24 de mayo en la primaria en Uvalde, Texas, ha dejado huella en Estados Unidos y luto mundial.
Cabe señalar que un pediatra relató el día de ayer miércoles, ante miembros del Congreso, el horror que vivió el día de la masacre.
Sigue la información Internacional en la sección especial de Línea Directa
El doctor Roy Guerrero, comentó ante el Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes, donde se realizó una audiencia sobre la violencia armada que se vive en Estados Unidos.
El pediatra Guerrero explicó que al enterarse del tiroteo en la Escuela Primaria Robb, en donde un joven de 18 años mató a 19 niños y dos maestras, en donde el joven también fue abatido; él corrió a Uvalde Memorial Hospital, adonde fueron trasladadas las víctimas.
Recordó que afuera del hospital se encontró con varios padres de familia que gritaban los nombres de sus hijos, entre lágrimas, rogando saber si estaban vivos o muertos.
“Esos llantos de madres nunca me los quitaré de la cabeza. Sé que nunca olvidaré lo que vi ese día”, comentó Roy Guerrero.
Sin embargo, eso no fue todo ya que lo peor asegura que lo estaba esperando adentro del hospital; dijo que la primera alumna a la que miró fue a Miah Cerrillo, la niña de 11 años que sobrevivió porque se untó sangre de una amiga que fue asesinada por Salvador Ramos, el tirador.
Asimismo Guerrero informó que Miah estaba en shock y sangrando por una herida que tenía al haber recibido una bala en el hombro; pues dado que la conocía de toda la vida, salió corriendo para avisarle a sus padres que la pequeña estaba viva.
Pero al regresar a la sala de emergencia, se encontró con escenas devastadoras que jamás quitará de su memoria, Roy dijo “ninguna oración aliviará, nunca”.
“Dos niños cuyos cuerpos fueron pulverizados por las balas disparadas contra ellos, decapitados, cuya carne fue desgarrada”, dijo, ante un silencio total en el lugar. “La única pista de sus identidades fueron los pedazos de ropa de dibujos animados salpicados de sangre que aún se aferraban a los cuerpos”, añadió el pediatra.
“Esperaba que esos dos cuerpos fueran una trágica excepción en la lista de sobrevivientes. Pero mientras esperaba con mis compañeros médicos, enfermeras, paramédicos, por las demás víctimas, los sobrevivientes nunca llegaron. Sólo quedaban los cuerpos de 17 niños y las dos maestras que los cuidaban”, agregó Roy Guerrero con el rostro desencajado.
Guerrero dio unas duras palabras ante la inacción de los políticos ante la violencia armada.
“Los niños inocentes de todo el país hoy están muertos porque las leyes y las políticas permiten que las personas compren armas antes de que tengan la edad legal suficiente para comprar un paquete de cerveza”, sentenció.
Tanto el tirador de Uvalde, Texas como el de Buffalo, Nueva York, tenían 18 años recién cumplidos.
“Están muertos porque se ha permitido que caduquen las restricciones”, concluyó Roy.
