Gerogia, Estados Unidos- Se llamaba Marisha “Rere” Kindred Jenkins, tenía 27 años y acababa de dar a luz a su tercer hijo.
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Tras varias semanas de aislamiento, la mujer de Avondale Estates en Georgia, Estados Unidos falleció sin poder conocer a su bebé, el cual fue separado de la madre luego de que le diagnosticaran COVID-19 y neumonía un mes antes de su parto.
De acuerdo con la información el pequeño recién nacido fue a cuarentenado en el hospital, esto, acorde con los lineamientos de seguridad e higiene.
Ante la situación, los padres se organizaron para ir a visitar al bebé de nombre Jayler al nosocomio, sin embargo, no resultó favorecedor para la pareja, pues mientras se dirigían al hospital, Marrisha simplemente dejó de respirar.
Myles Jenkins, el esposo de la víctima, con la esperanza de que se mejorara, la trasladó de inmediato al centro médico, lugar donde fue conectada con una máquina de soporte vital, sin embargo, su pulso era tan débil que no había posibilidad de que se recuperara.
La tragedia se ha cernido en la familia estadounidense, pero sobre todo para la víctima fallecida quien no tuvo oportunidad de conocer a su pequeño bebé, misma que dejó a otros dos niños, Rylee de seis años y Ayden de cinco años.