EU.- Luego de que el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunciara que no se continuará con la construcción del muro fronterizo entre México y EU, que significaba la bandera de campaña y el ícono de la administración de su predecesor, Donald Trump, un empresario ha puesto a la venta un tramo que su compañía ya había construido.
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Después de haber gastado unos 30 millones de dólares en su construcción, Tommy Fisher, empresario residente del estado de Texas, está buscando quien compre el muro privado de 3 millas (unos 5 kilómetros) que está compuesto de 15 mil postes de acero, de más de 5 metros de altura, instalados a lo largo del río Grande, entre nuestro país y territorio texano.
De acuerdo a medios locales, Fisher, quien también es un conocido donador para el partido republicano y colaborador frecuente de la cadena Fox News, asegura que comenzó a pensar en la construcción del muro fronterizo como un proyecto personal cuando Trump fue elegido en 2016.
‘Esto sería muy divertido. sería un proyecto que sería recordado, como la presa Hoover'”, dijo.
En 2019, ‘We Build the Wall’, una organización dedicada a la financiación colectiva para construir un muro fronterizo, pagó a la empresa Fisher Industries la cantidad de 6.9 millones de dólares para construir una sección de media milla del muro en Nuevo México. A finales del mismo año, el propio Fisher comenzó la construcción de un segundo tramo en el estado de Texas, luego de recibir otros 1.5 millones.
Más tarde se separó de la organización y decidió continuar la construcción por su cuenta, gastando unos 30 millones de dólares, 20 veces más de lo estimado originalmente. Con estos trabajos, Fisher obtuvo más de 2 mil millones de dólares en contratos de construcción con la administración de Trump, por lo que los trabajos “por su cuenta” estaban debidamente justificados.
Debido a que el muro de Fisher está demasiado cerca del río Grande, diversos grupos ambientalistas y vecinos se oponen a que continúe levantado, puesto que su ubicación podría provocar severos problemas de inundaciones del lado estadounidense.
El año pasado, el National Butterfly Center , una organización de conservación sin fines de lucro, demandó a WBTW y Fisher Industries, diciendo que el muro podría interrumpir el flujo de los ríos y causar inundaciones. Mientras tanto, la Comisión Internacional de Límites y Aguas de EE. UU. También presentó una demanda, diciendo que el agua desviada de la construcción del muro podría cambiar las líneas fronterizas entre EE. UU. Y México.
Sobre estas demandas, la constructora de Fisher no ha emitido ningún comunicado; al contrario, debido a que el control fronterizo continúa siendo un problema para Estados Unidos, dicen estar confiados en que el Gobierno Federal se verá obligado a comprarles su muro privado.
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