Nueva Zelanda.- Casi por accidente, un equipo de Astrónomos de Nueva Zelanda, encargados de monitorear al UN271, el que pudiera ser el cometa más grande jamás registrado en la astronomía mundial, revelaron una serie de imágenes capturadas en el Observatorio Las Cumbres (LCO).
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De acuerdo a los expertos, el accidente fue casi una casualidad, ya que el descubrimiento se llevó a cabo a la media noche del 23 de junio (0400 GMT), horario en que todos los demás científicos dormían, pero eran horarios vespertinos para los neozelandeses, quienes se encontraban monitoreando.
«Las otras personas estaban dormidas, y eso fue conveniente para nosotros», recordó la miembro del equipo del LCO, Michele Bannister, Astrónoma de la Universidad de Canterbury de Nueva Zelanda, en un comunicado publicado el miércoles 14 de julio.
Bannister fue quien descubrió el “coma espumoso” que emergió a una distancia increíble del sol, cuando tomó la imagen, no esperaba poder capturar al UN271 de una manera tan clara; ahí estaba, el cometa más grande jamás registrado, a unas 19 unidades astronómicas del Sol (150 millones de kilómetros).
Actualmente, el cometa viaja al doble de la distancia orbital de Saturno al Sol, por lo que, se espera que con el paso del tiempo, se vayan logrando imágenes más claras del gigante de 100 kilómetros de diámetro; unas tres veces más grande que el cometa más grande anteriormente conocido (el cometa Hale-Boop, que fue visible sin ayuda de telescopios desde la Tierra en 1997).
De acuerdo a los expertos, el cometa UN271 no pasará tan cerca de nuestro planeta como para ser admirado a simple vista, por lo que se requerirá de telescopios potentes para admirarlo en todo su esplendor, en su trayecto hacia el Sol.
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