Redacción.- Encarnado por el actor Tony Leung Chiu Wai, quien reveló que debió
entrenarse durante cuatro años para este filme, “El gran maestro” es
también un cuento de amor y honor, con la historia de la China
contemporánea, desde la invasión japonesa en 1936, como telón de fondo.
Ip Man nació en Foshan, en la provincia de Cantón, en el sur de
China. En la película de Wong, también autor del guión, se enfrenta a
una maestra del Kung Fu del norte, Gong Er (Zhang Ziyi), cuyo padre era
un famoso maestro de Kung Fu.
Los dos se verán envueltos, en medio del caos de la historia, en un
cuento de traición, desafíos, honor y amor –“el amor es un sueño”–
cuando uno de los discípulos del padre de Gong Er no sólo se vuelve
colaborador de los japoneses sino que se enfrenta al viejo maestro y lo
mata.
Wong, mundialmente célebre por su filme “In the mood for love”,
demuestra toda su maestría en la puesta en escena, sobre todo en las
secuencias que transcurren en el legendario burdel “La mariposa dorada”,
donde los más renombrados practicantes del Kung Fu se reunían.
“‘El gran maestro’ es una película sobre el Kung Fu, pero no sólo
sobre las técnicas de ese arte marcial. Buscaba sobre todo mostrar el
valor filosófico de ese mundo”, dijo Wong.
El realizador reveló que comenzó a pensar en hacer esta película en
1999 cuando vio un documental sobre Ip Man y las demostraciones que
hacía de las diferentes maneras de practicar el Kung Fu (las 64
posiciones de las manos). El rodaje duró 20 meses, repartidos a lo largo
de tres años.
“Me conmovió mucho verlo así, ya viejo y enfermo, mostrando lo que
era su arte. Un buen maestro es alguien generoso, alguien que desea
pasar la antorcha a la nueva generación, transmitir”, declaró.
El actor Tony Leung, ganador en 2000 del premio al Mejor Actor del
festival de Cannes por “In the mood for love”, dijo que cuando obtuvo el
papel del “Gran maestro”, a los 46 años, no sabía nada de Kung Fu y
comenzó a entrenarse y aprender.
“El Kung Fu no sólo es algo físico y técnico. Hay que entrenar el
espíritu. Es un modo de vida. El aspecto espiritual no se aprende en los
libros. Hay que aprender a manejar las emociones, los deseos. Esto se
consigue con la práctica. Ahora soy más disciplinado”, recalcó.
“El gran maestro” insiste en que lo importante, en el Kung Fu, es
“ser”, “conocer” y “hacer”. Y respetar el código de honor de los
guerreros. Las dos palabras más importante en este ejercicio son:
“vertical”, el que gana, y “horizontal”, el que pierde. Se debe avanzar
para comprender el proceso de la vida.
Wong expresó también su esperanza de que su película sirva para comprender mejor a su país y aportar otras perspectivas.
“Compartir la técnica del Kung Fu con la nueva generación requiere
disciplina, confianza, modestia, generosidad. En esta película destaco
los valores de la familia, los códigos de honor. Todo eso forma parte de
nuestra cultura”, dijo, aunque reconoció que los chinos de hoy se están
“occidentalizando bastante”.
“Me gustan las artes marciales, pero no las manejo. Hacer esta
película fue todo un viaje de carácter espiritual que me sorprendió.
Quienes practican el Kung Fu son combatientes, guerreros. Los maestros
son personas modestas, humildes. Algunas personas creen que las artes
marciales son como el yoga, para sentirse mejor, pero los maestros saben
que tienen un arma en sus manos”, precisó.
El realizador recordó al final de su película a Bruce Lee, quien
solía decir que “no se vive para algo. Se vive, y ya”. “La gente ha oído
hablar de Bruce Lee, pero menos de su maestro, Ip Man. Quizás ahora lo
conocerán mejor”, dijo.TJ
Wong Kar Wai muestra en Berlín historia del mejor maestro de artes marciales del mundo
La proyección de "El gran maestro", del realizador hongkonés Wong Kar Wai, inspirada en la vida de Ip Man, el hombre que enseñó los secretos del Kung Fu y otras artes marciales al actor Bruce Lee, inauguró este jueves la 63ª Berlinale
Fuente: Internet