Culiacán,
Sin.- Dejar el trabajo al que dedicó toda una vida, conocer al sustituto,
enseñarlo, dejar la rutina, quizá sin chiste, sentirse ?una pieza
fundamental en la empresa?? ¿En verdad lo es? Lo importante es creérselo.
Fue lo que vivió el personaje del actor Héctor Bonilla en la obra de teatro
?Almacenados? compartiendo escenario con su hijo de sangre, el también actor
Sergio Bonilla, en un nutrido Pablo de Villavicencio de esta ciudad.
?Almacenados?,
de David Desola, que presentó la Sociedad Artística Sinaloense dentro de la
temporada Otoño, cumplió las expectativas de los presentes que en todo momento
compartieron aplausos y carcajadas en
los cinco actos de la obra, donde sólo destacaba un checador, un
garrafón, un maltratado escritorio, una sola silla, dos overoles de trabajo, un
rustico teléfono y un altar a la Virgen de Guadalupe, en la que el viejo Lino
encendía al llegar al almacén.
El
encuentro anunciado con el ?nuevo?, en los primeros días resultó traumático, ya
que Lino le mostró superioridad al novato hasta en lo más mínimo, pasando los
primeros días y no pasa nada de nada, el mayor insistía ?vamos a lo que vamos?,
frase que causó simpatía en los presentes.
Cuando
no hay nada que hacer, hay que entretenerse con las hormigas, pero sin dejar el
pendiente de la llegada de un camión, que en cualquier momento llega y nada?
Aunque? vamos a lo que vamos.
Los
días pasaban; al fondo unas letras formadas con cinta para pegar mostraban los
días continuados combinados con música de fondo, llegando al día miércoles y el
joven Nin ya no estaba dispuesto a continuar con las reglas y descubre que tal
negocio es un lavadero o tapadera, y que su instructor provisional se ha
inventado una realidad que no existe para justificar esos días sin nada que
hacer. Sin embargo, el trabajo le agrada, tiene meses buscando empleo, y en este
que aunque no hay nada que hacer, hay un salario y un contrato.
Con
momentos de humor negro, con crítica fuerte de contenido, de crítica social,
con espacios de reflexión.
En
el momento en que Salvaleón Astas y Mastiles S.A. es descubierta, el joven de
nombre raro y desinhibido asume el mando de la bodega, manipulando al mismo
señor Salvaleón, a la misma secretaria, y utilizando el teléfono que sólo debe
de ser para fines laborales, el cual nunca sonó, la decepción se torna
mayúscula.
Se
unieron los dos solos en el almacén logrando un vínculo inquebrantable. Algo
que los unió para siempre en la conciencia de los perdedores.
Lino
dijo: ?anoche soñé que era un almacén vacío?? cuestión que no fue compartida.
Momentos
impacientes en el rostro del adulto, dejar el trabajo era dejarlo todo, e
inventar cosas inexistentes, ser amigo del nuevo o no, ¿Lo permitirá con buen
humor?, lo dejaron al pensamiento de los presentes en el Villavicencio de
Culiacán.
Héctor
Bonilla demostró que es un actor completo, y su hijo Sergio que trae el trabajo
teatral en la sangre.IN
Toda una vida? Almacenados
Héctor Bonilla presentó la obra junto a su hijo Sergio, dentro de la temporada SAS-ISIC
Fuente: Internet