Lisboa, Portugal.- La música sombría, oscura e incluso por momentos lúgubre de The Cure brilló en la noche lisboeta durante la segunda jornada del festival Optimus Alive, en la que la banda se erigió como gran protagonista tras casi tres horas de concierto.
El impecable sonido y la inconfundible voz de Robert Smith
bastaron al cuarteto británico para encandilar a la mayor parte de los
50 mil espectadores que se congregaron anoche en Algés, en las
inmediaciones de la capital lusa, para ver su actuación en directo.
The Cure, aunque sin el ánimo y la fuerza de antaño, conmueve y
encandila igualmente a jóvenes que ni siquiera habían nacido cuando
comenzó su andadura con su Killing an Arab , en 1979.
La inconfundible estética de The Cure perdura, y el rostro de su
vocalista no deja olvidarlo. Con la cara pálida, los ojos pintados de
negro y el cabello cuidadosamente despeinado, Smith recordó por qué es
considerado como uno de los símbolos del moderno movimiento “emo” .
Con un inconfundible estilo -que parece haber inspirado al utilizado por
el cineasta Tim Burton en varias de sus películas-, el cantante de The
Cure volvió a exhibir una voz prodigiosa, impoluta pese a tocar más de
una treintena de temas apenas dos días después de hacer lo propio en el
festival BBK Live de Bilbao.
Canciones convertidas en himnos para más de una generación como Close to you , Friday I’m in love o la archiconocida Boys don’t cry
marcaron los grandes momentos de su concierto, calificado por algunos
de “maratón” , y que arrancó con varias canciones del considerado como
su mejor disco, Disintegration , publicado en 1989.
Lovesong , de este mismo álbum , y Lullaby también fueron largamente coreadas por el público.
Las gafas negras, cuadradas, que llevaban los miembros de The Cure en
algunos de sus primeros videoclips eran hoy parte de la indumentaria
habitual de decenas de jóvenes, una prueba más de que en temas de moda
el pasado siempre vuelve.
Antes de que el grupo británico hiciera suyo el palco principal, sus
compatriotas de Morcheeba desplegaron toda su sensualidad en el
escenario para empezar a caldear el ambiente.
La banda liderada por Skye Edwards sustituyó en el cartel a Florence+The
Machine, que cancelaron su viaje a Lisboa por problemas de voz de su
cantante.
Además de temas como Roma wasn’t built in a day , con la que
cerró su actuación, Morcheeba tuvo el detalle de cantar un extracto de ”
You got the love” en homenaje a Florence+The Machine, lo que fue
agradecido y celebrado por el público.
Cuando la madrugada de música parecía llegar a su fin, los portugueses
de The Blasted Machine se encargaron de cerrar la fiesta con sus ritmos
electrónicos y sus pintas psicodélicas ante un público entregado que
terminó así la segunda jornada del considerado como mayor festival de
Portugal.
Para mañana, último día de conciertos en la sexta edición del Optimus
Alive, están agotadas las entradas para ver en directo a Radiohead, uno
de los cabezas de cartel y que regresa al país luso diez años después de
su última visita.