?México, DF.- Faltaba poco tiempo para que apareciera Scorpions; para la suerte de
César, la banda alemana había anunciado que su concierto se retrasaría
15 minutos, por lo que pudo despedir a su esposa e hijo: “disfruten
porque es la última vez que verán a los Scorpions”, les dijo.
César de 44 años se sacrificó, había comprado dos boletos de los más
baratos para despedir a la banda con la que se alocó en la secundaria e
invitar a su esposa a presenciar el último solo de Matthias Jabs, las
locuras de Rudolf Schenker y escuchar en la voz de Klaus Meine
“Blackout”, “Big City Nights” y sus inolvidables “Holiday”, “Still
Loving You” y “No One Like You”.
No cantaba que su hijo de apenas 7 años le rogaría para ir a su primer
concierto masivo y sumergirse entre los más de 18 mil apasionados que
saturaron el Palacio de los Deportes. Sus lugares no eran buenos, pues
veían las espaldas de los cinco escorpiones y especialmente el tatuaje
del baterista James Kottak en la espalda que decía: Rock and Roll
Forever.
El fan metalero aceptó heredarle el boleto a su hijo, él se conformaría
con esperarlos y escuchar a través de las rejas que dan hacía Río
Churubusco el recital con su look que había preparado especialmente
para esa fecha: cabello esponjado, boina negra como la de Meine;
pantalones plastificados ya luidos que imitaban a la piel y unas botas
vaqueras.
Lo que César no esperaba era encontrarse con Jorge, un amigo de antaño,
aquel con el que compartía sus casetes en la adolescencia, y quien al
enterarse de la historia no dudó en cederle su boleto para que
disfrutara de la gira finalm Blackout World Tour.
Se perdió las dos primeras canciones, “Sting In The Tail”, homónima a su
último disco (el número 17) y “Make It Real” del disco de 1980, Animal
Magnetism, pero contribuyó al caluroso y largo aplauso con el que los
mexicanos los despidieron tras su última canción, el himno de 1984 y que
tuviera fuerza con la ayuda de MTV, “Rock You Like a Hurricane”.
La despedida de casi dos horas de duración tuvo clásicos como “The Zoo”,
“Bad Boys Running Wild “, “Big City Nights” y la balada “Wind Of
Change” que se desprende del disco más vendido del grupo, Creazy World
(1990); sin olvidar el considera “mejor álbum de la banda”, el Blackout
(1982), con las poderosas “Blackout”, “Dynimite” y “No One Like You”.
También momentos inolvidables como el sólo de batería de Kottak Attak,
quien dijo sin inhibiciones: “¡Viva México cabrones!”. “Quiero decirles
sólo tres palabras”, y en ese momento Kottak dio la espalda al público
para que leyeran en su playera: You Kick Ass. Así como cuando en la
instrumental “Coast to Coast”, Klaus, Matthias, Rudolf y el bajista
polaco hicieron una fila para interpretarla con sus instrumentos, y al
final se les unió Kottak para poner sobre la espalda del vocalista la
bandera de nuestro país.
Antes de anunciar su retiro, se escucharon los acordes de “Still Loving
You”, la balada que sonó como en sus mejores momentos, aquellos en los
que eran extravagantes y potentes como cuando recorrieron el mundo en su
primer gran gira internacional de enero de 1984 a febrero de 1985. Para
César fue el mejor concierto, no por tratarse de su banda favorita,
sino porque su hijo logró emocionarse con las canciones que su padre
alguna vez escuchó y apasionó en la desaparecida estación de radio, Rock
101.