Ciudad de México.- Entre un inmenso muro inconcluso hecho de ladrillos blancos y fuegos artificiales de color rojo apareció Roger Waters vestido de negro y con unos zapatos blancos, con los que camino a cada lado del escenario alzando las manos entre la gran ovación de un público eufórico de tener al frente al creador deThe Wall, quien desde el principio concentró a los 14 mil asistentes a un mundo de sueños y reflexión.Sin que los aplausos terminaran, gracias al gran espectáculo en el que su voz se dejó escuchar, se dio paso a decenas de fuegos artificiales de color blanco que se dispararon alrededor de todo el escenario iluminando un avión que fue directo a estrellarse contra el muro del que emanó fuego.La imagen de su padre fue proyectada en un círculo al centro del estrado, mientras los primeros acordes de ?The flesh? se escuchaban en el recinto en el que los presentes se convirtieron en un coro alineado en el sentimiento, en contra de la guerra ante el cual se proyectaron imágenes de víctimas en cada ladrillo y una lista innumerable finalizó la primera interpretación del músico.Entre un mar rojo, proyectado en el muro, protagonista del espectáculo visual, el ex miembro de Pink Floyd, con guitarra en mano, arrancó la música de la emblemática ?Another Brick in the Wall?, que fue seguida con aplausos y cantos; mientras las imágenes de cárceles y momentos de la época nazi se abrían paso entre la multitud envuelta en oscuridad.Con luz que amenazante buscaba a alguien entre la multitud para hacerlo presa del sistema, se dejó ver a un títere gigante que con ojos violentos acechaba desde el escenario, en el que varios niños se reunieron para cantar el coro del célebre tema, emblema del poder y la educación conservadora, ante cuya exigencia se revelan los infantes, logrando erradicar al profesor extraterrestre; mientras un tren se proyectaba en el muro, como se hiciera en el de Berlín donde este mismo espectáculo ha sido presentado.?Viva México cabrones?, fue el saludo de Waters hacia su público mexicano. ?Buenas noches, tengo que agradecer a los niños del Colectivo Punta la Roca, muchas gracias. Parece increíble que hace 30 años creamos este proyecto junto con Pink Floyd, tengo otras partes del filme que utilizaremos esta noche. Gracias, muchas gracias?, mencionó el creador, entre aplausos que honraban su trabajo, aquel que ha traspasado fronteras y generaciones.?The Happiest Days of our Lives? fue el tema con el que continuó la velada, que más que un concierto fue toda una experiencia, pues en cada frase una imagen reflejaba un pensamiento tan actual como hace 30 años.?Ni madres wey? fueron las palabras que se proyectaron en el muro, mientras los asistentes cantaban sobre la maternidad, en un ambiente tranquilo, pero no por eso menos rebelde, pues una cámara de seguridad gigante apareció amenazante, como un reflejo del poderío y la represión mezclada con palabras cariñosas, irónicas ante el momento de guerra.Los colores que en algún momento reinaron en la mente del también guitarrista iluminaron el Palacio de los Deportes, que lució completamente lleno, incluso en la parte central en donde sillas se dispusieron en diferentes secciones, que fueron partícipes de este espectáculo en el que los videos estuvieron presentes con un mensaje escondido con el que gente de todo el mundo se ha identificado.Tal y como en la cinta dirigida en 1982, dirigida por Alan Parker, dibujos animados formaron parte de este espectáculo, sólo que en esta ocasión irrumpieron la pantalla para convertirse en especies que caminaban ante la sorpresa del público, que vio una flor emerger detrás del muro, que luego se volvió a iluminar de rojo en el tema ?Young Lust?.Como una batalla de sentimientos donde el ganador no sólo fue Waters, sino todo el público presente, las canciones llenas de ira pero al mismo tiempo de esperanza escondida, hicieron que la música viajara con la rapidez de la imaginación y la voz de Waters, quien alzó su voz más allá de lo que sus brazos lo hicieron el romper nuevamente el muro en ?One of my Turns?.Los ojos no podían despegarse de aquellas ventanas detrás de Roger Waters; las voces en masa, no se separaban de su aguda voz señalando al mundo, agonizando ante la súplica ilustrada por un rostro con lágrimas negras que se difuminó ante los colores de una nueva especie con rasgos femeninos, ante el cual sucumbió en ?Don?t Leave me Now?.Las marcas del capitalismo y el consumismo también tuvieron su lugar dentro de la segunda parte de ?Another Brick in the wall?, en donde los efectos digitales hicieron posible la fractura del muro del Berlín, inspirador de este espectáculo, en el que la crítica directa al sistema enumeró a la sociedad como una, pero con millones de protagonistas, uno en cada ladrillo.Reconstruido ya el muro, tan sólo una ventana se asomaba dejando ver al músico al ritmo de ?Good bye Cruel World?, con la que despidió la primera parte dejando atónitos a los presentes, al frente de la gran pared íntegra, después de cada revolución creativa realizada a lo largo de 14 temas, con los que consolidó la fuerza del muro, la fuerza de sus ideas, la fuerza de The Wall.La vision de una pared destruido y la de un amanecer que por fin llevó a los músicos al frente fue la premisa perfecta para ?Confortably Numb?, en la que Waters más que cantar hizo suya la canción con la voz de fondo.La música y las letras de Roger continuaron haciendo una armonía perfecta con el despliegue tecnológico y creativo que recrearon la historia de The Wall.Poco antes de las 11 de la noche, con una bandera de México en los hombros y todo su equipo al frente del muro finalmente destruido, Roger Waters se despidió del público, al cual agradeció con una reverencia que fue correspondida con una lluvia de luces espontáneas, creadas por todos aquellos que recibieron su mensaje y el del propio muro.El showLa primera parte del concierto duró exactamente una hora.Todas las secciones vendidas del Palacio de los Deportes lucieron abarrotadas en ésta, la primera de tres fechas.The Wall Live es el nombre de esta gira que ha llevado a Roger Waters y su proyecto a recorrer múltiples países, entre ellos Estados Unidos, donde actualmente reside.Bob Geldof fue el protagonista de la cinta The Wall estrenada en 1982, tres años despúes de haber salido el disco.La última vez que Waters visitó México fue en el 2007 con Dark Side of the Moon en el Foro Sol.
Mantiene la fuerza del muro
Entre un mar rojo, proyectado en el muro, protagonista del espectáculo visual, el ex miembro de Pink Floyd, con guitarra en mano, arrancó la música de la emblemática ?Another Brick in the Wall?.
Fuente: Internet