Los miedos, presentes en el Cervantino

Guanajuato, Gto.- Cuando los ojos se cierran,
el mundo se multiplica, fueron las palabras en los cuerpos de los integrantes
del Colectivo Mínimo Cuerpo y en boca de Lobos Producciones, y en efecto los
miedos no sólo eran para la niñez, también para los miedos de los adolescentes
y adultos, en todos hay y hay que saber enfrentarlos y vivir con ellos.
Miranda, Kristina, Paola, Oswaldo, Karla,
Nora, dirigidos por Érika Torres, quien también se encargó de la coreografía,
el diseño de vestuario y la iluminación. En una producción del Instituto de la Cultura del Estado de Guanajuato, Instituto Cultural de León, Festival
Internacional Cervantino, Programa Alas y Raíces a los Niños.
En la oscuridad del teatro, donde la
iluminación era directa a los ejecutantes, surgían voces infantiles desde las
butacas, eran niños y niñas acompañados por sus padres y otros más por una
maestra de escuela, todas coincidían en lo mismo? ¿qué les está pasando?, ¿por
qué ríe?, ¿por qué parece loca?, y otros más decían? se parece a mis miedos.
Todas las preguntas recaían en el título de la Obra: Danzas en el Carapacho del Armadi-Yo
(danzas para llamar y ahuyentar los miedos) y en efecto todos los miedos
mostrados y dirigidos eran para quien los identificara.
Aparecieron los seis elementales cuerpos con un
globo inflable en color blanco, era la niñez reflejada en muchos sentidos, se
trasformaron en conjunto con los sonidos en seres vivientes que respiran. Otros
en algún animal caminado entre las hojas del patio, caminado fuera y dentro del
Carapacho.
Entre gritos, lamentos, risas, murmullos,
coreografías lentas, rápidas y otras largas? trascurría la obra, los niños
atentos, los adultos un poco desesperados, pero no con la intención de
abandonar el recinto? sólo para enfrentar los miedos reflejados.
? el miedo es como un globo que cuando lo
inflas demasiado? estalla, y cuando lo dejas de soplar? se vuelve débil? son
las historias que transitan por el mundo interno de cada persona. Los
danzantes, que a la vez eran actores, cantes y ahuyentes? lo mostraban en el
escenario, y los presentes tenían que apoderarse del que les pertenecía. Y no
eran sólo seis sueños interpretados, eran más de los imaginados.
Al final apareció una Diosa y entregó un
globo inflable en color rojo? y la vida continúa? Con miedos o sin ellos, cada
quien lo decide, y el tiempo también.
El Colectivo Mínimo Cuerpo se conformó en el
2010, agrupado a jóvenes artistas de León, Gto. Con la inquietud de generar un
laboratorio de experimentación y creación que fortalezca la proyección y el
desarrollo de la danza, con diferentes disciplinas asociadas con el cuerpo. CHG