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México.– A veintisiete años de su fallecimiento, la cantante y actriz sinaloense y rosarense Lola Beltrán, o conocida como Lola La Grande, es considerada un ícono en la cultura mexicana logrando llevar su música por diversos países y fue la inspiración de muchas mujeres.
Lola Beltrán tuvo dos hijos: María Elena Leal, producto de la relación de Lola y el actor y torero Alfredo Leal, y su hijo adoptivo José Quintín que es reconocido legalmente hijo legítimo.
Cuando ocurrió el deceso de Lola Beltrán hubo un conflicto al momento de la repartición de la herencia para los hermanos Beltrán, ocasionado al no reconocerse que José Quintín era hijo legítimo de la cantante. Es así como María Elena y José se disputaron por la herencia de su madre y reconocimiento de José por ser hijo legítimo de Lola Beltrán.
Luego de años de luchar porque se le considerara como hijo póstumo de Lola, a José Quintín Enríquez Beltrán le fue notificado que recibiría el 50 por ciento de la herencia de la intérprete fallecida en marzo de 1996 de acuerdo con la resolución que el Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Federal emitió el 11 de agosto de 2005.
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Nueve años duró el juicio de petición de herencia por parte de Quintín Enríquez manteniendo una pelea legal con su hermana María Elena, hija natural de Lola La Grande. El juicio concluyó con la comprobación de su acta de nacimiento de tener validez legal y el cumplimiento de las formalidades de la ley. Además, se determinó que la prueba de ADN a la que fue sometido José fue mal ofrecida, por lo que esta carece de validez.
Al final, María Elena Leal y José Quintín Enríquez son coherederos llevándose el 50 por ciento de los bienes ambos hermanos, sus diferencias fueron arregladas e hicieron las paces y cada quien fue haciendo de sus vidas por su lado.
