México.- La santa inquisición es recordada como uno de los periodos más oscuros de la humanidad, ya que durante varios siglos se perpetraron torturas y asesinatos en contra de personas que en muchas oportunidades eran inocentes, la mayoría de ellas mujeres y niños acusados de brujería, herejía y otras prácticas que iban en contra del cristianismo tradicional de la época.
La denominación “inquisición” nace del término inquirir, que se entiende como “tratar de llegar al conocimiento de una cosa, especialmente a través de preguntas”. Es por esto que el nombre de este tribunal no es de “La Santa Inquisición” sino “Tribunal del Santo Oficio”.
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Así pues, cabe recordar que en la edad media la Iglesia y el Estado eran uno solo, por lo que daba lo mismo disentir contra el rey o contra la fe. Esto dio paso para que la cuestión política interviniera y tuviera mucho que ver con estas persecuciones y crímenes ideados específicamente para combatir a todo aquel que se alejase de la fe que por entonces se proclamaba como oficial, además de aquellos que cometían algunos actos considerados como amorales.
Durante este periodo, cuando el catolicismo era prácticamente la única religión, aceptada y reivindicada por el conjunto de la población europea, la Inquisición creó tribunales teniendo a la cabeza un inquisidor representante del Papa, apoyado por un fiscal que examinaba las pruebas y un comisario que recibía las denuncias.
Actualmente se desconoce la cantidad exacta de personas que perdieron la vida quemadas en la hoguera por orden de la Inquisición o que fueron sometidas a tortura física para obtener confesiones de herejía, brujería y otras prácticas. Sin embargo, diversos estudios señalan que solo en Europa fueron al menos 60 mil víctimas, de las cuales unas 40 mil fueron mujeres. Además, en la región de Alemania se atribuyen al menos 100 mil muertes durante dicho periodo.
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Con la Inquisición, el rumor, la sospecha y la invitación a delatar fueron elementos decisivos para llevar a miles de personas a la “justicia”, por lo que se hizo común señalar a mujeres, niños y familias enteras, quienes era cruelmente asesinados por ser excomulgados, falsos apóstoles, brujas, blasfemos o simplemente desviarse de la Iglesia oficial.
La tortura, la humillación pública y la muerte por ejecución fueron prácticas empleadas por la Inquisición, la cual no discriminó el género o la edad de sus víctimas, por lo que actualmente es señalada por muchos como la peor matanza de la iglesia católica.