?México, DF.- Aunque la figura de Kim Kardashian es objeto de admiración y envidia, su cuerpo no siempre la hizo feliz.
La joven, quien recientemente cumplió 30 años, declaró que de adolescente el tamaño de sus senos la hacía llorar.
El sitio dailystar.co.uk reproduce parte de lo que Kim escribe en su autobiografía Kardashian Konfidential.
“Siempre tuve un trasero grande, pero me sentaba en la bañera llorando,
poniendo toallitas calientes sobre mis pechos, para tratar de
reducirlos.
“Rogaba a Dios: ?Me avergüenzan (los senos). Por favor no dejes que crezcan más'”, detalló la socialité.
Kardashian declaró que no piensa volver a posar desnuda, pues considera que ya no tiene edad para eso.