Manama.- La estrella televisiva Kim
Kardashian ha recibido duras críticas de los grupos de derechos humanos y
los opositores islamistas por promover la apertura de una franquicia de
batidos en Baréin, escenario de protestas contra el régimen.
Nada más aterrizar el sábado pasado en el aeropuerto de este pequeño
reino del golfo Pérsico, Kardashian difundió en su cuenta personal de la
red social Twitter: “Acabo de llegar a Baréin. Por Dios, ¿puedo vivir
aquí? Es el lugar más bonito de la tierra”.
Los grupos reformistas del país se apresuraron a burlarse de ese
comentario, pues consideraron que no tiene cabida en un país sacudido
por más de veinte meses de protestas y disturbios que han causado más de
un centenar de muertos y miles de heridos.
Incluso el director ejecutivo de Human Rights Watch, Kenneth Roth,
calificó en Twitter la actitud de Kardashian como de una “insensibilidad
insulsa ante la dura represión del Gobierno hacia los movimientos de
protesta”.
También la prestigiosa periodista de investigación Amber Lyon acusó a la
estrella televisiva de “hacer de relaciones públicas para los
dictaduras”, en alusión al régimen bareiní.
La estadounidense, que se hizo famosa por protagonizar un “reality
show”, llegó a Baréin procedente de Kuwait para abrir la sucursal de la
empresa “Milkshakes” (batidos) en un nuevo centro comercial en la ciudad
de Riffa, en el sur del país.
Riffa es considerada la capital de la familia real bareiní y un bastión
de la población suní, que acusa a la mayoría chií de instigar, con la
ayuda de Irán, las protestas que estallaron en febrero de 2011.
La visita de Kardashian no sentó nada bien a los diputados islamistas
suníes de Baréin, que intentaron la semana pasada impedir su llegada
mediante una fallida resolución en el Parlamento.
Manifestantes islamistas acudieron a la inauguración de la tienda en la
que participaba la estadounidense, con el objetivo de denunciar que su
presencia contribuye a difundir el “vicio”, lo que llevó a la policía a
dispersarlos por la fuerza mientras dentro del centro comercial cientos
de personas asistían al acto.
En respuesta a ese aluvión de críticas, Kardashian acortó su estancia en
Baréin y eliminó su polémico comentario en las redes sociales, así como
otro en el que sugería que ese país del Golfo iba a ser su próximo
destino de vacaciones en 2013.
No obstante, mantuvo sus agradecimientos a los consumidores de la marca
de batidos que promociona y al nieto del primer ministro bareiní, el
jeque Jalifa al Jalifa. TJ