Redacción.- El actor, que ofreció una rueda de prensa junto con el chileno Pablo
Larraín, director de la cinta sobre el plesbiscito de 1988 que sacó a
Pinochet del poder, comentó que, “por suerte”, los mexicanos “y por ende
los latinoamericanos, sentimos que podemos cambiar las cosas con la
participación”.”La primera vez que voté fue cuando ganó
Cuauhtémoc Cárdenas y sentí que cambiaron las cosas con mi voto. Somos
una generación que, afortunadamente, sentimos que nuestro voto cuenta y
tenemos la libertad de expresión -no en su totalidad y no todos, ha
apuntado García Bernal- pero sí como gran diferencia de lo que se vivía
en el 88″.La película, explica el actor, “incita a unas
preguntas muy pertinentes sobre dónde estamos parados ahora, en relación
con nuestra democracia y en torno a la falta de justicia social, y por
qué el mundo entero quiere perfeccionar y limpiar la democracia de todos
esos aspectos que la pervirtieron en la primera parte del siglo XX”.”Queremos
volver a la sensación de participación legítima; no es coincidencia que
en todas partes del mundo exista esa crítica a la democracia; eso es lo
que convierte a “No” en una película muy transcendental”, ha resumido.El
actor dijo haber recomendado al presidente de México, Enrique Peña
Nieto, que viera “No”, “porque estoy en la promoción”, dijo con un
guiño, pero también, añadió más serio, porque es “muy política y creo
que a todos los políticos les debe interesar ver qué hay detrás de la
maquinación en torno a una campaña publicitaria como ésta, que tenía muy
pocas posibilidades de lograr un alcance mayúsculo”.Sin
embargo, señaló que “más allá de gastar el tiempo en pensar qué ha
cambiado del PRI, que ahora está de vuelta, creo que quien ha cambiado
ha sido la sociedad mexicana, y por ende, la latinoamericana, que ha
evolucionado muchísimo, sobre todo en discurso político, más sofisticado
que el institucional”.”Creo que está en nosotros la respuesta y
confío en que la sociedad latinoamericana pueda hacer mucho para que
esto no vuelva a suceder y se atreva a decir las preguntas que no se
hicieron, y que quedan abiertas en ‘No’, como por qué Pinochet nunca fue
encarcelado ni juzgado”, ha indicado.En ese sentido, Larraín
agregó que a él le hubiera dado igual dónde se juzgara a Pinochet, y le
habría parecido bien, de haberlo logrado, el juez español Baltasar
Garzón.”Pero bueno -se resigna el comprometido cineasta-, sólo
espero que la historia y el mundo considere a Pinochet un bastardo y
eso, por lo menos, es más sano”.García Bernal también habló
sobre el momento del cine en su país, que, en su opinión, necesita
“regular urgentemente las reglas, porque no hay y las que hay no
funcionan del todo”.”No se puede consentir que llegue de Estados
Unidos una película con todo el armatoste y ocupar la mitad de las
salas de un país, y que nada regule eso”, se quejó, y argumentó que lo
contrario “daña la identidad de un país, la calidad del cine y las
espectativas de las personas en el cine y su cultura, finalmente”.TJ
Gael García Bernal cree que los latinos ya no ven posibles nuevos absolutismos
El actor mexicano Gael García Bernal, protagonista de "No", la primera cinta chilena que aspira a un Óscar, ha dicho hoy que a gran parte de latinoamericanos se les hace muy difícil "pensar que vuelvan a existir regímenes absolutistas"
Fuente: Internet