Ciudad de México.- La irrupción de ultraviolencia en la cosecha 2013 del Festival de
Cannes refleja según los jóvenes autores de los filmes la realidad del
mundo y justifica la ola de hemoglobina y gritos de dolor en las salas
oscuras, que dejó a veces perplejo.
De México a Tailandia, pasando por China o Sicilia las películas de
autor que hacen la sustancia de esta cita mundial del cine marcaron una
tendencia a la violencia explícita que dejó planteado el debate sobre
qué tan lejos se puede llegar.
La última en la lista fue este miércoles “Only God Forgives” (Solo
dios perdona) del Nicolas Winding Refn, un filme de rivalidad y venganza
sobre un fugitivo norteamericano convertido en traficante de droga en
los bajos fondos de Bangkok.
Un hombre con los brazos clavados con cuchillos al asiento, brazos
cortados, degüellos y otras mutilaciones abundan en este film,
calificado por la la propia actriz principal actriz Kristin Scott Thomas
como “hiperviolento y perturbador”.
“No puedo decir de dónde viene la violencia que presento”, dijo
Winding Refn en rueda de prensa. “Tengo un poco el enfoque de quién hace
pornografía, lo que cuenta, es lo que me excita”, explicó el director
danés. Su filme cosechó abucheos y muy escasos aplausos tras su pase a
la prensa.
Desde el primer día, los organizadores del Festival que eligieron
entre 1.850 filmes los 20 que compiten por la Palma de Oro programaron,
“Heli” del mexicano Amat Escalante, probablemente la más violenta de
todas.
La película contiene una escena de tortura en la que prenden fuego a
los genitales de un joven en un ajuste de cuentas entre narcos, mientras
en la misma habitación hay niños que se entretienen con videojuegos
antes de martirizar ellos también a la víctima, dándole palazos en la
espalda.
“Desde un punto de vista moral, nuestra responsabilidad consiste en
mostrar la violencia así como es, triste y sucia”, dijo Escalante tras
la proyección la semana pasada, durante la cual varias personas
abandonaron molestas la sala antes del final.
Según su coguionista Gabriel Reyes, “sería socialmente irresponsable
no mostrar las cosas negativas que están sucediendo en México” y no
hacerlo impide de hecho cambiar una realidad que es necesario mirar de
frente.
En “A touch of sin”, el director Zia Zhang-Ke mostró la otra cara del
espectacular boom económico de China, y dejó ver también con despliegue
de violencia la corrupción y la pobreza.
“He observado que en China recientemente existe esa tendencia de
individuos que cometen actos de violencia extrema”, dijo Zia, cuyo filme
superó el obstáculo de la censura en China y fue muy bien recibido en
Cannes.
El director dijo querer manifestar su “preocupación” por “un tipo de
cosas que uno asociaba a las viejas épocas de los emperadores, pero
cuyas motivaciones y frustraciones de hoy en día tal vez no sean tan
distintas”.
Fuera de la competencia por la Palma de Oro, “Salvo” de los
sicilianos Fabio Grassadonia y Antonio Piazza, mostró en la Semana de la
Crítica, en lenguaje más sobrio y sin llegar a lo escabroso, el
universo ultraviolento de la mafia.
“Somos de Sicilia y venimos de ese mundo muy violento”, comentó a la
AFP Antonio Piazza. “La violencia en este filme es un elemento
importante, aunque después, la historia se orienta a lo que sucede entre
los dos protagonistas”.
Según Nicolas Winding Refn, el reproche a un director de cine por
incluir escenas violentas en su película “podría habérmelo hecho mi
mamá”. “Y seguro me lo va hacer”, ironizó.
“El arte es un acto de violencia”, dijo el danés, que recibió en 2011
el premio a mejor director por “Drive” y era uno de los jóvenes
realizadores más esperados en Cannes, aunque esta vez al parecer
decepcionó.TJ
Filmes ultraviolentos mostraron el rostro de un mundo inquietante en Cannes
De México a Tailandia, pasando por China o Sicilia las películas de autor que hacen la sustancia de esta cita mundial del cine marcaron una tendencia a la violencia explícita que dejó planteado el debate sobre qué tan lejos se puede llegar.
Fuente: Internet