Málaga/ España.- El actor escocés Sean Connery y su esposa han alegado motivos de salud y
problemas de la edad para no acudir a la cita que tenían hoy en un
juzgado de Marbella (Málaga, sur de España) para declarar en unas
diligencias en las que están imputados por un caso de corrupción
urbanística.
Fuentes judiciales informaron hoy de que Connery, de 80 años, envió esta
semana un fax al Juzgado de Instrucción número 1 marbellí en el que
asegura que está a disposición de la Justicia y que está al tanto de las
actuaciones del órgano judicial.
Al no acudir a la comparecencia, se abre la posibilidad de que se libre
una comisión rogatoria para continuar con la tramitación de esta causa,
denominada Goldfinger en referencia a la película de 1964 en la que el intérprete escocés encarnó a James Bond, el agente 007.
Medio centenar de periodistas aguardaban la llegada de la estrella de
Holywood ante el juez, que intenta dirimir si se cometieron delitos,
entre ellos de blanqueo de capitales, tras la recalificación de una
parcela de Marbella donde se ubicaba el chalé “Malibú” del actor y sobre
la que se construyeron 72 apartamentos de lujo.
El procedimiento penal se remonta a 2007 y cuenta con una veintena de
imputados, entre ellos el ex alcalde de Marbella Julián Muñoz, antiguo
novio de la cantante Isabel Pantoja, y el ex asesor de Urbanismo y
principal procesado en el “caso Malaya” contra la corrupción en la Costa
del Sol española, Juan Antonio Roca.
Sean Connery, ganador de un Oscar de la Academia de Hollywood por su papel en Los intocables
(1987) , residía con su esposa durante sus estancias vacacionales en
Marbella hasta 1999 en un chalé sobre cuya parcela, en primera línea de
playa, se sitúa hoy un edificio de cuatro alturas terminado entre 2004 y
2005.