Sidney/
Australia.- El Parlamento de Nueva Zelanda aprobó hoy la reforma de la legislación laboral para asegurar el rodaje de las películas de El Hobbit, tres días después del acuerdo alcanzado entre el Gobierno y la productora Warner Borthers.
Con 66 votos a favor y 50 en contra, la ley fue aprobada tras un
acalorado debate de las facciones más a la izquierda del Partido
Laborista y los parlamentarios de Los Verdes.
La reforma laboral aclara que los actores neozelandeses están vinculados
a contratistas independientes y no a la productora estadounidense, por
lo que pierden el derecho a la negociación colectiva.
Los sindicatos pretendían renegociar las condiciones para que los
actores locales tuvieran derecho a unos ingresos mínimos, reclamación
que según Warner ponía en riesgo la inversión de 500 millones de dólares
(355 millones de euros) en el proyecto.
El miércoles, el primer ministro, John Key, y los directivos de la
Warner llegaron a un acuerdo para acabar con la disputa sindical.
La productora también obtuvo un descuento fiscal de hasta 7,5 millones
de dólares (unos 5,4 millones de euros) en impuestos, condicionado al
éxito de las películas.
Esta rebaja se sumará al habitual subsidio del 15 por ciento que Nueva
Zelanda ofrece a cualquier producción que se realice en el país.
Miles de neozelandeses se manifestaron el lunes en varias ciudades del
país para pedir que no se llevasen la producción a otro país y expresar
su apoyo a su compatriota Peter Jackson, que dirigirá El Hobbit.
Las dos películas, precuelas de El Señor de los Anillos,
estarán protagonizadas por el actor británico Martin Freeman en el papel
del protagonista, Bilbo Baggins, mientras que Richard Armitage
encarnará al personaje de Thorin Oakenshield.