?México, DF.- El
escritor Alí Chumacero falleció la noche de este
viernes a los 92 años de edad en esta ciudad, víctima
de neumonía, confirmó su nuera Marcela González.
Lector empedernido,
editor en la más amplia y noble acepción de la palabra,
poeta fecundo, crítico literario perspicaz y generoso.
Los libros fueron su
vida, pero para él la vida no se terminaba entre los muros de
su biblioteca: leer y escribir era una forma de enriquecer la vida.
Dijo en una entrevista que vivir humanamente es de verdad conocer el
mundo, la vagancia ávida de conocimiento y novedad, ?y si a
esa experiencia constante se une la preparación intelectual,
pues al final uno tiene esa forma distinta de ver la vida, muy
diferente al común de los hombres”.
En su tránsito
por el mundo, Chumacero fue congruente con estas ideas por eso sen
sentía satisfecho con su vida: ?Quiero que a la hora de la
hora, cuando me vaya a otra parte, me recuerden como un hombre venido
de un pueblecito pequeño que se llama Acaponeta, de un estado
que se llama Nayarit; me iré satisfecho porque le di al mundo
lo que le quise dar y tomé del mundo lo que quise tomar?.
Todavía el país
sangraba con las disputas entre las distintas facciones
revolucionarias, cuando Alí Chumacero nació –el 9 de
julio de 1918– en aquel ?pueblecito pequeño? donde 10
años después leyó su primer libro, una edición
del Quijote para niños que le obsequió su padre, quién
después puso en sus manos aquellos volúmenes de
Lecturas clásica para niños, publicados en la
década de los 20 por José Vasconcelos como parte de su
legendaria cruzada contra el analfabetismo.
Sobre el particular dijo
a La Jornada, entrevistado en ocasión de cumpleaños
número 90: ?Fue una idea excelente de Vasconcelos porque
animó a algunos jóvenes a iniciarse en la aventura de
escritor, porque esta es una profesión que no se podía
elegir a priori, como sí podía hacerse, por ejemplo,
con la de médico, ingeniero o abogado; el escritor es un
alumno disperso que empieza por leer algún libro que cae en
sus manos?. En ese sentido, reconocía la importancia en su
formación de lo que entonces se llamaba ”textos de aventuras,
libros sencillísimos de ladrones y bandidos, de blancos que
persiguen indios y los matan; libros como Búfalo Bill o
Raffles?.
En su pueblo leía
diarios que recibía su padre: ?Los sábados se sentaba
mi papá en el jardín de la casa, se ponía a leer
el periódico y yo también lo leía. Estaba al
tanto de muchas cosas. Por ejemplo, me leí todo de la muerte
de Alvaro Obregón, que para mí fue un asunto muy
interesante, muy apasionante?.
Lector por placer desde
entonces, a los 34 añose convirtió en lector
profesional al ingresar como corrector de pruebas en el Fondo de
Cultura Económica (FCE), labor que desempeñó
durante cerca de seis décadas, periodo en el que pasaron
frente a sus ojos los originales de varias obras imprenscindibles de
la literatura mexicana. Con base en estos datos y tomando en cuenta
los 40 mil ejemplares que integran su biblioteca personal, se puede
afirmar que pocos en este país han leído tanto y con
tanto gusto como leyó Alí Chumacero.Información tomada de La Jornada en línea.
A los 92 años, fallece el escritor Alí Chumacero
Lector empedernido, editor en la más amplia y noble acepción de la palabra, poeta fecundo, crítico literario perspicaz y generoso
Fuente: Internet