México.- La concepción de la muerte y la interpretación del espacio que habitan las almas al fallecer suele ser diferente para cada cultura y religión, ya que durante siglos las personas se han aferrado a las costumbres que les resultan más convincentes o que se adaptan mejor a sus propios principios, pero ¿Cuáles son las consideraciones de las tradiciones indígenas con respecto al tema?
Este aspecto tan trascendental tiene variaciones dependiendo de la comunidad indígena a la que se haga referencia, ya que, por ejemplo, desde la perspectiva de los indígenas tzeltales de la región de los Altos de Chiapas, en el sudeste de México, las persona se hallan compuestas por un extenso conjunto de “almas”, algo así como un heterogéneo repertorio de seres (animales, meteoros, espíritus y hasta monstruos).
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Los tzeltales consideraban al cuerpo como algo que se va formando a lo largo de la vida, por lo que la muerte al final de cuentas es una representación de la “deshumanización” de la persona.
Por otra parte, también existe la concepción de los mexicas, el pueblo indígena dominante de la época prehispánica mexicana, quienes consideraban que después de morir las almas hacen un recorrido a través de las nueve regiones del inframundo, el Mictlán, lo que parece adaptarse mucho más a la tradición todavía vigente del Día de Muertos.
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El Mictlán es el lugar de los muertos, donde los fallecidos atraviesan un proceso de “desapego”, pues dejan el cuerpo y las emociones a su paso por las nueve regiones existentes para alcanzar la paz, el tan anhelado descanso eterno.
En este sentido, la cosmovisión de la muerte de los indígenas parece tener relación con otros pueblos, ya que de una u otra manera incluye ese misterio que habla de lugares en los que se deben superar varias pruebas y alcanzar una purificación, que podría ser comparado con conceptos como el infierno, el purgatorio y demás.
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Dicho trasiego del alma, originado en la cultura indígena, se ha transformado durante siglos entre la población mexicana, logrando acercarnos a lo que hoy conocemos como el Día de Muertos, una celebración que hace referencia a la muerte no como una ausencia sino como una presencia viva y que homenajea a los seres queridos fuera del plano terrenal.
