México.- A pesar de las ventajas en seguridad y rendimientos que las instituciones bancarias ofrecen a sus clientes, hay aun a estas alturas de la vida, muchas personas que no creen en ellos y prefieren a pesar de los riesgos, tener su “guardadito” en casa.
Sin embargo, además del tremendo riesgo que esto representa, no han visualizado el problemón que tendrían encima si las otras ratas, las de cuatro patas hacen presencia en su hogar.
Así le sucedió a Ramiro, un sinaloense que no eligió ni el lugar, ni la forma de esconder su dinero ni más ni menos, que en la alacena de su cocina.
Y es que tras ver cuál podría ser el lugar más seguro para guardar sus “billetes”, mismos que tenía destinados para sus vacaciones cuando se pudiera, Ramiro pensó que en la cocina y dentro de una bolsa de papel “bien escondida” en la parte inferior de la alacena ningún ladrón podría llegar.
Pero no tomó en cuenta “a las otras ratas”, esas de cuatro patas a las que nada se les escapa y caminan acabando con todo lo que se encuentra a su paso.
Recordemos que en varias colonias de la ciudad de Los Mochis, Sinaloa se detectó recientemente una enorme plaga de roedores que infestaron las viviendas, siendo la de este “ahorrador sinaloense” una de ellas.
A Ramiro no solo las ratas con sus dientitos le costaron las vacaciones al ver como 10 mil pesos fueron totalmente destruidos, también le dejó un mal sabor de boca y más gasto al tener que colocar trampas, llamar a un exterminador y erradicar para siempre a estos animales; pero de todo se aprende, ya que se dio cuenta que la cocina no es para nada el mejor lugar para “clavar” dinero.
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Ahora sí que este ciudadano fue víctima de las ratas y todo por no cuidar o visualizar que plagas como éstas, acaban con todo, absolutamente todo, incluidos los billetes que escondió con tan especial devoción.
Así que si eres de los que hace lo mismo que Ramiro, o usa el refrigerador para meter ahí el dinero, también toma en cuenta la humedad porque cuando quieras usar tu capital guardado en casa, lo único que podrías encontrar son pedacitos húmedos de papel que nada valen y que de nada te servirán, más que para llorar de la tristeza por su pérdida.
