Mazatlán. – El legendario pelotero Amado Magaña Ontiveros, a sus 83 años de edad, sigue disfrutando del rey de los deportes y lo hace con mucha motivación, al ver a su bisnieto Jonathan Bernal trazando su camino en el beisbol profesional con el conjunto Venados de Mazatlán.
Magaña, a sus 22 años de edad, marcó un histórico momento en la historia del beisbol porteño, luego de ser el primer beisbolista en batear un imparable en el mítico estadio “Teodoro Mariscal”.
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Recuerda aquel día 26 de abril de 1962 cuando escribió esta mágica experiencia que lo marcó de por vida.
Después de dos generaciones, el señor Amado, vecino de la colonia Independencia, regresa al parque de pelota con gran energía y buena vibra, más allá de su amor a los colores de los Venados de Mazatlán, ver crecer en su carrera deportiva a su bisnieto, a quien traía desde los tres años de edad en los campos deportivos, es y será un gran orgullo para él.
Atrás del dogout de los rojos del puerto, el veterano de mil batallas tiene su asiento para ser testigo de primera fila del camino que tomado Jonathan Bernal en su vida deportiva.
“Toda la familia y principalmente yo me siento muy orgulloso, qué satisfacción tan grande lo traigo desde los tres años, me siento bien”, comentó.
“Me gusta mucho el trabajo que viene haciendo, ya con ahora van cinco ocasiones que lanza”, añadió.
Entre tantas anécdotas que ha vivido junto a su bisnieto, se le viene mucho a la mente cuando en sus comienzos pegó un jonrón y dejó tendido al rival.
“Tengo muchas, pero en una ocasión habían suspendido el partido porque no habían pagado la cuota, yo se la pagué, en eso pegó jonrón con uno en base para dejar tendido en el terreno al rival, tenía tres o cuatro años”, expresó.
No solo su talento se potencializa en lanzar, sino que, a lo largo de la carrera de Jonathan, su bisabuelo lo utilizaba como tercera base o parador en corto, destacando con el madero.
“Siempre lo traje en la tercera base o parador en corto, de vez en cuando lanzando, yo creo que Gastélum si supiera lo que batea Jonathan de vez en cuando lo utilizaría”, externó.
Para Don Amado, la esperanza de ver a sus familiares, especialmente a sus nietos, siempre lo ha mantenido, ya que la calidad de jugadores que han hecho con el tiempo los llevó a estar jugando en nivel profesional o amateur.
“La esperanza siempre la he traído en mente porque no nada más es él, son varios de mi familia que juegan beisbol, su hermano Jonás Antonio jugó con León y Reynosa, pero prefirió su carrera académica, estudió para fisioterapeuta”, recalcó.
Así como Magaña Ontiveros, toda la familia ha tratado de asistir a ver a Jonathan Bernal cuando tiene participación con Venados, como lo hicieron el día de ayer al verlo lanzar frente a los Yaquis de Ciudad Obregón. La próxima semana volverán al inmueble donde enfrentarán a los Naranjeros de Hermosillo.
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“Todos queremos ver ganar a Venados, pero sabemos que hay equipos más fuertes que ellos, me queda seguir viendo a mi Jonathan para verlo triunfar”, finalizó.