Mazatlán, Sin.- Ante las declaraciones de que suscitaron hace días sobre la situación que vive actualmente el histórico Club Deportivo Muralla, el actual presidente de este recinto, José Ángel Miramontes, declaró que es un problema de liquidez y no de quiebra como lo dijo el candidato de la Planilla Azul, Armando Ibarra, de cara a las próximas elecciones que se celebrarán el próximo 24 de septiembre.
Miramontes tomó por primera vez en su historia como socio la responsabilidad de dirigir al club murallense, que tiene más de 100 años de existencia, admitiendo que hay un gasto operativo de 100 mil pesos mensuales y rebasa los ingresos que se derivan de las cuotas mensuales por parte de los socios, ya que solamente pagan 200 de los 500 asociados que están registrados.
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“Tajantemente señalo que no es cierto, es incorrecto. El Muralla no está en quiebra, lo que sufre es un problema de liquidez, vive al día. Es un club que debería sobrevivir sobre todo en su gasto operativo con la cuota de los socios. Nosotros somos una asociación civil y como tal debe sobrevivir de las cuotas que sus socios aportan, respecto al gasto operativo, que rebasa los cien mil pesos”, externó.
“Tenemos alrededor de 500 socios y de esos solamente 200 pagan cuota, es promedio de 50 mil pesos”, agregó.
Otro de los puntos importantes que destacó fue la deuda que tienen con una empresa cervecera que ha descendido desde la cantidad de un millón 300 mil pesos a 394 mil que hoy debe esta organización deportiva. Espera que el próximo año se termine de liquidar y se pueda ofrecer cualquier tipo de marca de estas bebidas embriagantes dentro del recinto.
“Todo fue legal”: Miramontes, tras venta de la casa club
El directivo del club aseguró que la venta de la casa club se hizo de manera legal tras varios años de intentarse rentar a terceros, pero sin fortuna alguna ante los reportes de las empresas bienes raíces, que aseguraban que solo había interesados en comprarla.
Las causas por las cuales era la urgencia de vender ese recinto fue por las malas condiciones y los gastos que se generaban al ser dueños de ese lugar.
“Antes de que el Muralla se determinara la cuestión de la venta, estuvo alrededor de seis o más años tratando que se rentara, se buscara clientes y se diera una cantidad mensual para que el club sobreviviera. No tenemos los recursos para remodelarla, para reconstruirla, los techos se estaban cayendo y las paredes en malas condiciones, por ello, se tomó la decisión de ponerla en venta”, comentó.
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Sobre la inversión que se pagó por la casa club, el dirigente mencionó que ese dinero está custodiado en el banco y no se ha tocado nada de ello, al no ejecutarse algunos proyectos que han detenido los mismos socios durante las asambleas.
Recalcó que no tiene ninguna diferencia con nadie y espera que el próximo 24 de septiembre el socio emita su voto y vote por su planilla favorita.
