?Filadelfia, Pensilvania.- El polémico mariscal de campo, Michael Vick, ha surgido en su nueva
versión de jugador mucho más completo y también otra persona diferente a
la que le costó ir a la cárcel para ser la estrella de las Águilas de
Filadelfia.
Vick se ha transformado desde que llegó a los Eagles en un mariscal de
campo que sabe como realizar grandes jugadas con su brazo y ya no
depende tanto de las piernas como le sucedió en la primera etapa con los
Falcons de Atlanta.
La evolución de Vick como mariscal de campo quedó reflejada por la forma
en que dirigió una ofensiva apresurada de los Eagles (2-1) que ganaron
el domingo por paliza de 28-3 a los Jaguars de Jacksonville (1-2).
No es más el líder que decidía acarrear él mismo el balón en cuanto
descubría que los contrarios tenían cubierto al receptor que
representaba su primera opción.
Ahora, Vick ha encontrado el éxito al mostrar paciencia detrás de la
línea de golpeo y además tener un brazo poderoso que le va a permitir
estar entre los mejores de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).
Vick tendrá un desafío incluso mayor cuando las Águilas se enfrenten a
los Redskins de Washington (1-2), en el partido que marcará el regreso
de su antecesor Donovan McNabb a Filadelfia.
Como nuevo líder del equipo, Vick puede hacer mucho fácil a los
seguidores del equipo no extrañar a McNabb, quien las llevó a cinco
finales de la Conferencia Nacional (NFC) en 11 temporadas.
“Pienso que ambos son tremendamente buenos y han jugado muy bien, así
que no voy a entrar en comparaciones”, comentó Andy Reid, el entrenador
de Filadelfia, que le ha dado toda la confianza a Vick para que sea el
mariscal titular, después que comenzó la temporada con Kevin Kolb, pero
se lesionó en el primer partido.
La mejora de Vick puede medirse por la disciplina que mostró durante
todo el partido para ser clave en las jugadas decisivas del ataque de
las Águilas.
“Tomó las decisiones correctas”, destacó Reid. “Cuando un mariscal de
campo hace eso, entonces hay que darle todo el crédito porque está
cumpliendo con su misión de ser el líder que el equipo necesita tener al
frente del resto de los compañeros”.
El mariscal de campo de las Águilas completó 17 de 31 pases para avanzar 291 yardas por aire, con tres envíos de “touchdown”.
Vick, de 30 años, hace dos semanas volvió a la titularidad por primera
vez en casi cuatro años después de haber pasado 18 meses en una cárcel
federal por haber sido encontrado culpable de financiar peleas de perros
ilegales y el equipo tiene marca perfecta con él de 2-0.