Sinaloa.- Tomateros de Culiacán hizo lo propio en el primer juego de la serie ante Cañeros de Los Mochis, venciéndolos por pizarra de 5-2 y consiguiendo un triunfo que los ubica como el líder solitario en este inicio de Liga Mexicana del Pacífico.
Los dirigidos por Óscar Robles consiguieron un rally de tres anotaciones en el cuarto episodio con producciones de Dwight Smith Jr. y Ramón Ríos (3-0). Además, fue en el sexto rollo cuando Andrés Álvarez se vistió de héroe y con caja llena respondió para el momentáneo 5-0 en la sexta.
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Los Mochis respondió en el séptimo rollo, cuando enfrentando a David Gutiérrez en la lomita, Rodolfo Amador y Alan Espinoza conectaron palos de vuelta entera que recortaron la distancia a un 5-2 que se mantuvo hasta el final.
El triunfo se lo agenció Manny Barreda con apertura de 6 entradas, 2 hits y 3 ponches, por otro lado, Fredy Quintero se quedó con la derrota con pelota de 3.1 innings, 3 carreras y 4 imparables. De esta manera fue que Tomateros de Culiacán se quedó con el primero de la serie ante Cañeros de Los Mochis.
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El juego
Tomateros 3-0 Cañeros (4ta)
Esteban Quiroz abrió tanda recibiendo base por bolas, después avanzó a tercera gracias a doblete de Cristian Santana. Con ellos en base, Dwight Smith Jr. conecta sencillo al jardín central y remolca el 2-0 parcial, además avanza a tercera gracias a un error de Yasmany Tomás.
Finalmente, Ramón Ríos pega sencillo que trae a Smith Jr. al plato y cuelga el 3-0.
Tomateros 5-0 Cañeros (6ta)
Smith Jr. inicia con imparable para llegar a la inicial, la “Pulpa” siguió con sencillo para ubicar corredores en las esquinas, de manera inmediata Ali Solis llenó las bases como consecuencia de una base por golpe.
Andrés Álvarez fue el bat productor del inning, pues gracias a un sencillo trajo al pentágono dos anotaciones para el 5-0 parcial.
Tomateros 5-2 Cañeros (7ma)
Con David Gutiérrez en la lomita, Rodolfo Amador castigó la pelota y la envió a las gradas del jardín derecho, para con jonrón anotar el 5-1.
Dos turnos después, Alan Espinoza repitió la dosis a la serpentina guinda, conectando con poder la pelota y haciéndola volar por encima de la barda del sendero izquierdo, anotando el 5-2 final.
