EE.UU.- Después de semanas de rumores y ante la negativa de Saúl “Canelo” Álvarez de medirse ante su rival mandatorio David Benavídez, el “Bandera roja” ha decidido no quedarse esperando la oportunidad y confirmar de una vez su siguiente gran reto en su carrera profesional, subiendo al peso semicompleto.
El mexicoamericano ha aceptado la oferta del Consejo Mundial de Boxeo (WBC, por sus siglas en inglés) de subir a las 175 libras y contender por el campeonato mundial interino ante el peleador ucraniano Oleksandr Gvozdyk, siendo el ganador de este combate quien se convierta en el rival mandatorio del ganador de la pelea entre Dmitry Bivol y Artur Beterbiev que unificará la división.
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Este movimiento por parte de Benavídez es uno bastante inteligente, pues en caso de una victoria se convertiría en el rival mandatorio en dos divisiones distintas (supermediano y semicompleto), dos pesos que de momento se encuentran unificados y que por su corpulencia natural podría competir sin mayor problema.
El presidente del WBC, Mauricio Sulaiman, ha sido quien a través de sus redes sociales hizo oficial el anuncio de la pelea entre el invicto mexicoamericano (28-0) y el temible peleador ucraniano (20-1), una pareja de boxeadores que esperan volver a la gloria de convertirse en campeones mundiales.
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De esta manera es que David Benavídez conoce ya su futuro inmediato dentro del boxeo profesional, aspirando a convertirse en campeón mundial interino de los semicompletos y esperar su turno para enfrentar a Saúl “Canelo” Álvarez por los cuatro títulos mundiales de las 168 libras.
