Mazatlán.- Desde hace más de dos décadas el entrenador mazatleco Radamés Hernández se ha enfocado en la disciplina del boxeo, donde ha pulido sus conocimientos gracias a la enseñanza de su padre Marcos, quien ha encaminado a muchos jóvenes que alcanzaron el profesionalismo.
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Uno de los grandes éxitos que ha cosechado este binomio, quizá el más glorioso para ambos, es la medalla de plata que obtuvo su alumno Marco Verde durante los Juegos Olímpicos París 2024.
Unos años atrás, la familia Hernández, quien por muchos años ha utilizado las instalaciones del gimnasio de la UAS, ha tenido camadas interesantes que han compensado su preparación con resultados exitosos en el sector amateur y más de uno se ha aventurado en otras latitudes.
En este caso, la joven Tamara Cruz, quien fue la primera mexicana en asistir a unos Juegos Olímpicos (Tokio 2020) y llevarse una presea en los Juegos Panamericanos 2019. Para este ciclo olímpico no tuvo la suerte de buscar la calificación, pero sus aspiraciones han crecido bastante para continuar con otros objetivos.
Fuera de ese contexto, otro de los pupilos más destacados es Pedro “Pedrín” Guevara, quien se consagró campeón mundial Minimosca hace una década, cuando tomaron sus maletas y emprendieron un viaje a tierras asiáticas, llevándose una de las victorias más recordadas en el pugilismo profesional de Mazatlán y Sinaloa, al vencer un 31 de diciembre de 2014 al nipón Akira Yaegashi por la vía del nocaut.
El legado de los Hernández será imborrable, dejando la vara muy alta, inspirando a generaciones y dando un golpe sobre la mesa para que los reflectores giren más hacia el deporte, uno de los escaparates que deben tener mayor proyección en la sociedad.
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Más allá de los Verde, los Guevara y las Cruz, Radamés y Marcos, siempre apoyándose en su filosofía de trabajar sin buscar a cambio la farándula o la atención de los demás, podrían darle un giro interesante y provocar un gran auge más que el actual con la integración de más niños y jóvenes al boxeo en el puerto de Mazatlán.