?Cortland, Nueva York.- El camino de Mark Sánchez para convertirse en líder comenzó desde el segundo año de la primaria.
Cuando sus compañeros de escuela se formaban para los paseos de campo
escolares, sus padres insistían que Mark debería de esforzarse para
estar al frente.
Si había basura en el suelo, era quien la levantaba y la arrojaba al bote de la basura.
Sobra decir quién levantaba primero la mano cuando la maestra necesitaba que alguien pasara algunas hojas.
“Así me educaron mis padres. Simplemente así aprendí”, indicó el
quarterback de los Jets de Nueva York en un receso entre las dos
sesiones de prácticas del miércoles.
Y al parecer la vida no ha cambiado para Sánchez.
Tuvo algunas diferencias durante cierto tiempo, cuando fue tratado como
la persona especial y el talento que los Jets esperaban cuando lo
convirtieron en la quinta selección en el draft del año pasado.
Sin embargo, ahora en su segunda temporada en la NFL, Sánchez está
llevando al campo de fútbol esa personalidad que exhibió desde el
segundo año de primaria.
“Ahora la cosa es algo parecido como ‘ese tipo está cansado’ y le llevo su equipo de protección”, comentó Sánchez.
“También pregunto ¿alguien necesita agua? o decir ‘dénle a estos tipos
un respiro de 30 segundos’ y realmente busco estar consciente de leer lo
que pasa con los otros compañeros”, relató. “Cuando ellos hacen un gran
trabajo, hay que decírselo, y cuando alguien se equivoca, hay que
decírselo también. Eso es probablemente lo más difícil, hallar su lugar
aquí”.
Sánchez pasó gran parte de la temporada anterior haciendo eso,
cometiendo bastantes errores en el proceso, pero salió fortalecido al
final y llevó a los Jets al partido por el campeonato de la Conferencia
Americana.
El desarrollo del liderazgo de este quarterback de 23 años será un
elemento clave si los Jets desean disputar un Super Bowl y todo esto
surge de la confianza, algo en lo que el coordinador ofensivo Brian
Schottenheimer trabajó con Sánchez en este receso de la campaña.
“Una de las metas de este año y que conversé con Schotty es que ‘este es
mi equipo. Esta es mi ofensiva y uno debe verla como suya'”, indicó
Sánchez. “El entrenador me miró, yo lo miré y eso fue lo que dijimos”.
Fue el momento en el que el rostro del equipo estaba adoptando su papel como líder del equipo.
“Es un asunto tanto dentro como fuera del campo el hecho de ser el
quarterback. Cuando uno sale a cenar, cuando estamos en una reunión,
¿Cómo debe uno comportarse? Cuando uno entra al salón, la gente debe
saber que es el quarterback”, consideró.