México.– Un día como hoy pero de hace 37 años se vivió uno de los momentos más icónicos y trascendentales en el mundo del futbol. Corría el año 1986 y México estaba envuelto en una auténtica fiesta siendo sede por segunda vez en su historia de un mundial, uno que pasaría a los libros de historia por distintos factores, pero que sin duda alguna fue marcado por la llamada “mano de Dios”.
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La tarde del 22 de junio de 1986, el estadio Azteca fungió como sede de un choque de titanes entre Argentina e Inglaterra por los cuartos de final de la Copa del Mundo, un encuentro que iba más allá de lo deportivo por su complicada situación política gracias a las Islas Malvinas, por lo que entre un ambiente de tensión y de emoción se llevó a cabo uno de los encuentros más esperados por todo el mundo del futbol.
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El partido transcurrió con paridad durante sus primeros 45 minutos donde ambas escuadras hilaron oportunidades ofensivas, pero no lograron concretarlas, dejando todo empatado a ceros hacia el descanso. Finalmente la segunda mitad inició y con ella una presión argentina que puso en bastantes aprietos a la defensiva inglesa, hasta que en el minuto 51 ocurrió un hecho que trascendería en la historia del futbol como uno de los más polémicos.
Diego Armando Maradona tomó el balón justo en la frontal del área, hizo un intento de pase que terminó siendo interceptado por la zaga defensiva inglesa, pero en un movimiento desesperado de Steve Hodge, éste mandaría el balón por los aires y con dirección a su propia portería. Un hecho que Maradona aprovechó para intentar ir de cabeza, sin embargo, el arquero Peter Shilton salió de su portería en búsqueda de lo que parecía ser un balón de simple rutina, pero no se esperaba la picardía del “10” argentino.
Diego sin pensarlo mucho y aprovechando la inercia de la jugada, utilizó desesperadamente su mano izquierda para con un pequeño toque con el puño vencer al guardameta y mandar el balón al fondo de la red y poner así el 1-0 en el marcador.
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Un gol que hizo estallar a las decenas de miles de personas en las gradas del estadio Azteca, que puso a millones de argentinos a celebrar, pero que entre incredulidad y reclamos tenía a todos los jugadores ingleses sobre el árbitro en búsqueda de respuestas ante un evidente gol con la mano del cual no se percató.
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Finalmente, el partido seguiría e incluso apenas 4 minutos después, al 55’, Maradona demostró que su magia seguía intacta y anotó el denominado “gol del siglo”. Partiendo desde la media cancha, dejando en el camino a todo el equipo inglés, llevándose al portero y anotando ante un arco vacío para hacer aún más grande la fiesta argentina en el Azteca, redondeando un 2-0 que se mantuvo hasta el final.
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De esta manera, el partido entre Argentina e Inglaterra en los cuartos de final del Mundial México 1986 pasó a la historia tanto por el ambiente hostil entre las selecciones como por la polémica y el gran futbol que se desplegó sobre el césped del estadio Azteca, siendo recordado cada año por el doblete de antología que consiguió Diego Armando Maradona.
