Guasave, Sinaloa. Gema Guadalupe Gutiérrez Espinoza tiene solo 13 años de edad y el Síndrome de Down nunca fue una barrera para ella. Le gustó el atletismo y descubrió su habilidad en el lanzamiento de bala, se lo propuso y logró desarrollarse destacadamente, ahora es toda una paraatleta que forma parte de la delegación de Guasave para la etapa estatal los Juegos Paranacionales Conade 2024.
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Su historia es un ejemplo de vida, en el que muestra que los límites son ideas y conflictos mentales de la gente, pero también sirve de aprendizaje para los padres de familia de niños y jóvenes Down que por miedos no se atreven a soltarlos para que ellos puedan demostrar de lo que son capaces de hacer.
Eso mismo pasó con los papás de Gema cuando viajó por primera vez para competir, fue el año pasado, se fue sola con sus entrenadores, ganó varias medallas, dentro de ellas una de oro, que la hizo pasar a la etapa Nacional, en la cual no alcanzó peldaño, pero sí reforzó sus ganas de seguir entrenando para este año.
Su madre, Beatriz Espinoza, recordó que moría del miedo y la angustia, hasta que decidieron no cortarle las alas.
“Yo sí, mami, papi”, con unas palmadas en el hombro le expresó a su madre que no se preocupara, que era su momento para volar en lo que tanto la apasiona.
“El año pasado ella estaba más chiquita y no me daba temor, era una angustia, antes de irse a Cancún me decía: no te preocupes, mami, yo sí, maestros, profes y compañeros, que iba con sus compañeros y entrenadores; la tuve que soltar es algo que tenemos que hacer, dejarlos que se independicen ellos y la verdad es algo muy bonito, me siento muy orgullosa de ella. Dice que ella va con muchas ganas de ganar más medallas”, manifestó su madre.
Gema Guadalupe Gutiérrez / Alma Camacho
“Yo sí, vámonos, dije a papi y mami, medallas”, expresó Gema.
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Gema es una niña muy divertida, pero también llama la atención su madurez, para sus entrenadores es admirable verla competir, ya que antes de hacer su lanzamiento siempre se persigna y se encomienda a Dios, a la Virgen de Guadalupe y a su mamá “nona”, su bisabuela que ya falleció.
Desde pequeña recibe atención especial en el CAM 57 de Tamazula, no ha dejado de estudiar, es muy lista e inteligente y ha avanzado mucho en su lenguaje y educación, según los médicos de Gema, ella tiene un síndrome de Down Mosaico, que le permite desarrollar su coeficiente intelectual al igual que los demás, de modo que podrá lograr lo que se proponga, tal como lo ha hecho en el deporte, que es un orgullo no solo para su familia, sino para el municipio.
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Cuando sea más grande la meta de Gema es ganar muchas medallas y seguir compitiendo hasta llegar a los paraolímpicos, pero también quiere trabajar y ganar mucho dinero para ayudar a sus papás, por tanto apoyo y amor que le han demostrado.
