Arlington, Texas.- Eli Manning y los Giants de Nueva York siguen dejando su marca en el Cowboys Stadium.
La firma del quarterback que garabateó en la pared del vestuario visitante luego de ganar el primer partido de temporada regular jugado en ese estadio ya fue cubierta con pintura. Sin embargo, los Giants siguen invictos en el palacio de 1.200 millones de dólares de Jerry Jones que abrió en 2009.
“Eso no estará en mi cabeza para nada. No me importa que ellos hayan
ganado todas las veces”, dijo el linebacker de los Cowboys DeMarcus
Ware. “Tenemos que encontrar la manera de vencerlos y ganar el juego en
esta ocasión”.
Así como hizo Dallas (3-3) en el primer encuentro de la temporada de la NFL el 5 de septiembre.
Si su récord de 3-0 en el Cowboys Stadium no es suficiente motivación
para los líderes de la División Este de la Conferencia Nacional, sí lo
puede ser esa derrota de los Giants (5-2) al arranque de la temporada,
antes de que ganaran cinco de sus siguientes seis partidos.
“Cuando uno tiene la oportunidad de jugar contra un equipo de nuevo, uno
quiere salir y hacerlo mejor ya que perdiste. Creemos que podemos jugar
mejor de como lo hicimos la primera vez”, dijo Manning.
“Sabemos que tienen talento. Si vamos a mover la pelota y anotar puntos,
tendremos que ganarnos todo … Tenemos que ejecutar mejor de lo que
hicimos la vez pasada”.
Los Cowboys no contaron con el tackle Jay Ratliff ni el cornerback Mike
Jenkins en la victoria de 24-17 al arranque de la campaña.
Pero en esta ocasión, no tienen al linebacker y líder tacleador Sean
Lee, que está en la lista de lesionados en reserva con un problema en un
dedo del pie. Y probablemente tampoco cuenten con el running back
DeMarco Murray, que corrió para 131 yardas en el primer encuentro. Se
torció pie derecho y tuvo que abandonar el partido anterior de los
Cowboys.
Cuando los Cowboys ganaron el primer encuentro en el MetLife Stadium
hace casi dos meses, debió ser un gran impulso -especialmente luego de
terminar la temporada de 2011 con una derrota en el mismo sitio, un
partido con el que los Giants aseguraron el título divisional y el
último puesto en los playoffs de la Conferencia Nacional con nueve
victorias. Nueva York de ahí se siguió para ganar su segundo Súper Tazón
en cinco años.
En cambio, Dallas sigue siendo sólo un equipo promedio.
En los dos partidos que han ganado los Cowboys desde entonces, llenos de
problemas ofensivos, han anotado sólo un touchdown en cada uno,
mientras que son contenidos en menos de 20 puntos. Eso incluye la
victoria del fin de semana pasado por 19-14 ante Carolina, que puso su
récord en 123-123 en temporada regular desde el inicio de la temporada
de 1997.
Ahora tienen que jugar contra un equipo al alza al que no han podido vencer en su aún brillante estadio.
“De nuevo, son los Giants. Son los campeones. Ellos son nuestro
siguiente oponente”, dijo el entrenador Jason Garrett. “Les tenemos
mucho respeto. Ya sea en el Cowboys Stadium, el MetLife Stadium … el
estacionamiento o la luna, nosotros tenemos que jugar nuestro mejor
partido”.
WM