México, D.F.- Ser el diablo en estado de gracia, con el gol en sus botines para azotar porteros y castigar rivales. En ese sueño se encuentra Javier Hernández, amenazante, enrachado como nunca en su todavía joven trayectoria en el balompié de Europa.
Ante su poder para destruir defensas y redes rivales se rinden monstruos del futbol como sir Alex Ferguson o Robin van Persie.
Apenas terminó el partido ante el Aston Villa (2-3) y el plantel del
Manchester United se reunió alrededor del diabólico mexicano que llegó a
40 goles en Europa.
Los tantos del mexicano se reparten de la siguiente manera: 27 en la
Premier League, nueve en Champions, dos en Copa de la Liga, y uno en
amistoso.
Su técnico aplaudía. Era el más eufórico al festejar los dos tantos del
mexicano. El defensa Patrice Evra lo envolvió entre sus brazos y le
entregó el balón del partido. Sin envidias, el holandés Van Persie fue
en su búsqueda para felicitarlo, porque está encendido, con siete
anotaciones en cinco encuentros.
No era para menos. Cada juego, Hernández Balcázar se convierte en un
delantero más letal, que muerde inclemente a quienes intentan marcarlo.
Está alcanzando su madurez y la fortaleza de su mentalidad le ha
alcanzado para escabullirse, mediante brillantes actuaciones, en las
alineaciones de Fergie.
Ayer con un doblete, su séptimo en el viejo continente, rescató a los
Red Devils, que caían 2-0 al inicio de la segunda mitad. Ganaron el
partido y se mantienen en la cima de la Liga Premier con 27 puntos,
cuatro encima del Chelsea.
El Chicharito vuelve a ser el delantero de moda, el que hace goles
valiosos y hasta sufre injusticias, precisamente cuando más se cuestionó
su continuidad en el Manchester United, al ubicarlo en clubes de menor
envergadura, porque se dudaba de su capacidad para responderle a un
equipo grande.
Hace recordar a ese jovenzuelo que deslumbró en su primer temporada con el United.
Ayer, le bastaron 45 minutos para hacer tres anotaciones [le contaron
dos y la otra la dieron oficialmente como autogol]. Así refutó todas las
tesis que lo ubican con otra camiseta de menor peso en el balompié
mundial.
El primer tanto fue luego de una escapada. Batió por abajo al guardameta
estadounidense Bradley Guzan. Fue un tanto ?antichicharito? porque,
lejos de ser atropellado como acostumbra, demostró gran técnica de
definición.
?Su? segundo fue en un remate, tras un centro al segundo poste, para que
el defensa del Aston Villa, Ron Vlaar, empujara sin remedio hacia la
meta. Oficialmente los árbitros lo dieron como autogol.
Cuando el partido agonizaba y parecía que terminaba empatado, de nuevo Hernández apareció para colocar de cabeza el 3-2 final.
Corrió extasiado y dio un salto enorme para celebrar su ?triplete?, porque él consideró que marcó tres dianas.
?No importa si el segundo gol no lo cuentan, hice mi primer hat-trick ¡El balón, a casa!?, tuiteó.
Ese esférico será el más especial para Javier. Es el que enmarca su
mejor actuación con los Red Devils, con los que lleva cinco partidos en
fila con gol, proeza que no había logrado y que mantiene vigoroso su
sueño endiablado.
CHG
