Francia.- Las 24 horas de Le Mans es una de las competencias más emblemáticas del automovilismo y la más importante carrera de resistencia, pues esta hace parte de la llamada “Triple Corona” del este deporte, junto con el Gran Premio de Mónaco de la Fórmula 1 y las 500 Millas de Indianápolis de las IndyCar Series.
La primera edición de esta competencia se realizó en 1923 y su objetivo era poner a prueba la resistencia de los materiales de los automóviles y crear nuevas tecnologías, pero con el tiempo ha cobrado mayor importancia y atención.
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Las 24 horas de Le Mans se corren anualmente en el circuito de la Sarthe, cerca de Le Mans, en Francia, pues con 13 mil 626 kilómetros de extensión esta es una de las pistas más largas, rápidas y técnicas del WEC, por lo que los autos pueden alcanzar una velocidad de hasta 350 kilómetros por hora.
Sin embargo, más allá de la adrenalina del evento, este también puede llegar a convertirse en escenario de tragedia debido a sus riesgos de accidentalidad. A continuación dejamos los peores accidentes en los últimos 100 años de la competencia 24 horas de Le Mans:
2011 Alan McNish (Audi)
2011 Mike Rockenfeller (Audi)
2012 Anthony Davidson (Toyota)
2014 Loic Duval (Audi)
1999 Peter Dumbreck (Mercedes)
1999 Mark Webber (Mercedes)
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La peor tragedia del automovilismo – 24 horas de Le Mans 1955
Fue el 11 de junio de 1955, cuando cientos de espectadores habían llenado las tribunas del autódromo y aguardaban con expectativas el final de la carrera, que lo tenía a Juan Manuel Fangio como uno de los protagonistas, quien integraba el binomio con Stirling Moss. La prueba estaba pareja y disputada con el Jaguar conducido por Mike Hawthorn e Ivor Bueb, que había sacado una vuelta de ventaja.
El piloto británico, en su afán de adelantar a un Austin Healey, superó a su compatriota Lance Macklin. Sin embargo, inmediatamente realizó una maniobra imprudente a la entrada de la línea derecha de las tribunas.
El francés Pierre Levegh, que también estaba al mando de un coche de la escudería alemana, no pudo salvarse: su auto golpeó contra uno de los muros de protección que estaban situados allí para salvaguardar a los espectadores, pero varios restos del rodado volaron hacia el público y explotando después, lo que dejó como saldo a 84 personas fallecidas.