México.– Parece mucho, pero la realidad es que cada vez estamos más cerca de la llegada de uno de los fenómenos que “derriten” a más de uno, y no estamos hablando del fenómeno de El Niño, que de acuerdo a la Organización Meteorológica Mundial, al momento tiene un 90 por ciento de probabilidad de desarrollo entre junio y julio.
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El tema hoy es la conocida y temida “Canícula” esa época del año en la que los días tienen más horas de calor, escasas lluvias y que advierte los 40 y hasta 50 días más calientes del año, y que si en este 2023 lo sumamos a las condiciones que El Niño podría dejar, ya podemos imaginar que los niveles en las temperaturas se tornarían peligrosos.
La canícula significa día sin lluvia, y es una condición normal que se presenta todos los años y que los asociamos con los 40 días más calurosos del ciclo, por ello una alerta anticipada nos podría evitar problemas futuros.
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Durante el último periodo de tres años en el que La Niña estuvo presente, la canícula llegó y calentó diversas zonas del país; 50 grados en promedio se marcaron en los termómetros del noroeste de México, entre ellos Sinaloa y Mexicali.
Pero ¿Qué sucede con la canícula cuando El Niño está presente?
De acuerdo al investigador del Instituto de Astronomía y Meteorología de la Universidad de Guadalajara, cuando es El Niño, la canícula tiende a presentarse durante un mayor número de días, a diferencia de cuando la Niña impera, que que reduce los días.
En este 2023 se espera que estemos bajo la influencia de El Niño, la canícula podría prolongarse afectando por la carencia de agua en muchas zonas del país que ya reportan sequía extrema; durante julio y agosto (que se presenta comúnmente la canícula) el tema del estiaje puede tornarse agresivo.
Toma nota de esto
- La canícula no significa precisamente que haya días más calientes, sino que las temperaturas elevadas prevalecen durante más horas durante el día. El periodo normal de canícula dura cerca de 50 días a partir de la primera quincena de julio, es decir, tres semanas de este mes, agosto y parte de septiembre, aunque este periodo puede extenderse más.
- Entre las consecuencias de una canícula prolongada están los golpes de calor para las personas, caracterizados por dolores de cabeza, deshidratación, diarrea y vómito, así como la pérdida de cultivos y, por consiguiente, de alimentos de consumo humano que suelen escasear o encarecerse, afectando la situación económica de la población.
