México.– Quizá la última oportunidad para que la temporada de ciclones y huracanes tenga su último sistema tropical activo se detuvieron de súbito y justo cuando la depresión tropical Veinte-E, tenía todo servido en charola de plata para evolucionar a la tormenta tropical “Ramón”, las condiciones no dieron para más, y su fortalecimiento se detuvo.
Da seguimiento a la temporada de ciclones y huracanes en la sección especial de Línea Directa
En la más reciente análisis (3:45 horas de este 24 de noviembre), el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus siglas en inglés), indica que la depresión ha girado hacia el noroeste y comenzó a bordear la periferia suroeste de un anticiclón de nivel medio.
“Se espera que se desarrolle una vaguada de nivel medio cerca la depresión durante los próximos días, provocando que el sistema reduzca velocidad y gire hacia el norte o el norte-noreste buscando mejores condiciones”.
Contenido de Twitter
Al momento la depresión se desplaza a 13 kilómetros, con vientos sostenidos de 55 kilómetros por hora que lo estarían acercando en las próximas horas a ser un ciclón tropical, pero todavía está presente la incertidumbre del anticiclón que podría reducir sus “ganas” de activarse como tal.
Es importante destacar que el sistema está sumamente retirado de México, a más de mil 700 kilómetros de Cabo San Lázaro, Baja California Sur, y no representa riesgo, pero destaca por ser quizá el último sistema en desarrollo que podría tener la temporada que está a seis días de terminar el próximo 30 de noviembre.
Contenido de Twitter
En su más reciente aviso de pronóstico, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), todavía marca intenciones para el nacimiento de la tormenta tropical Ramón, pero esta podría aplazarse hasta el próximo domingo.
Nota relacionada: ¡El ciclón Ramón está a punto de nacer! Podría activarse la tarde de este jueves: SMN
Su vida como ciclón sería corta, de no. más de 12 horas antes de regresar a su condición de depresión tropical, para posteriormente convertirse en una baja presión remanente que se perderá en aguas profundas del océano Pacífico.