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México.- Pese a que las temperaturas del Océano Pacífico se confirmó que han disminuido un grado y que para estas fechas el registro de ciclones y huracanes tendría que ser menor, lo observado marca el cambio climático, con tormentas en secuencia y con capacidad de destrucción importante.
El especialista Juan Espinosa Luna, indicó que las últimas tres formaciones de huracanes: “Nora”, “Pamela” y ahora “Rick”, que se han registrado una tras otra con un tiempo prácticamente corto, habla de anormalidades climáticas debido a que las condiciones en el mar, a estas alturas, es para que ya no hubiera este tipo de fenómenos.
Destacó que aunque la temporada de ciclones y huracanes del 2021 termina el 30 de noviembre y quedan pendientes de registro al menos tres sistemas de los 20 pronosticados, las aguas del mar modificaron sus temperaturas y ya no están en términos de monitoreo, óptimas para el desarrollo.
“Lo que sí ha siso anormal son tres formaciones importantes en el Pacífico esta última parece que no nos va a afectar, pero tenemos condiciones ya de la Niña, los datos del mar indican que ya bajó la temperatura casi un grado y no deberían formarse ciclones en este tiempo pero está sucediendo. Es parte del cambio climático mundial y no se descarta que tengamos otra formación en noviembre”, indicó.
Es importante recordar que quedan tres sistemas pronosticados por registrarse de los 20 que se previeron para la temporada 2021 que concluye el 30 de noviembre; al momento van 17 , nueve de estos huracanes.
“Si se podría formar uno más ya que de hecho las fechas finales es para fines de noviembre, pero lo más raro es que tenemos condiciones del mar de bajas temperaturas que hacen que no se formen estos fenómenos, pero vemos lo contrario; las probabilidades de que se forme otro fenómeno son altas de 60 por ciento, insisto, esto es efecto del cambio climático y cada año van a ser más fuertes estos fenómenos y cambios”, destacó Espinosa Luna.
Agregó que en comparación con otros años, en el 2021 el comportamiento ha sido más abundante en agua.
“Definitivamente, recordemos que ‘Nora’ nos dejó casi 450 milímetros y récord, es mucha agua y se sale de la estadística normal, se puede decir que ha sido un año extraordinario pero no en todo el estado, un reflejo son los niveles de las presas, en Guamúchil por ejemplo y El Fuerte están bajas,; ha llovido por zonas, unas partes abundantes, otras prácticamente nada, ha sido un año anormal en ese sentido, que no ha sido la lluvia pareja”, abundó.
Recordó sobre la importancia de la adquisición de radares doppler en Sinaloa, ya que el tema de seguimiento de huracanes, que tienen más tiempo para su vigilancia, el problema se da con las tormentas de rápida formación, que son las que deben preocupar ya que en cuestión de horas pueden afectar y han afectado en la entidad.
“Es urgente la adquisición de radares doppler para pronosticarlas y actuar en consecuencia con los avisos y alertas para que la población tome precauciones a tiempo”, concluyó.
